21 May Todo sobre la Extración de las Muelas del Juicio
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¿Por qué se extraen las muelas del juicio?
Qué son las muelas del juicio
Las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares o cordales, son las últimas piezas dentales en salir. De media, emergen en la boca de una persona alrededor de los 17 y los 25 años. Aproximadamente del 67% de los humanos que nacen en la actualidad, desarrollan estas muelas.
Cuál es la función de las cordales
Inicialmente, las muelas del juicio servían para que los humanos pudiesen procesar una dieta basada en alimentos crudos. Como se puede inferir, se está haciendo referencia a una época muy lejana en nuestro árbol genealógico. Aunque ha pasado bastante tiempo desde que se abandonó ese tipo de alimentación, el tercer molar aún sigue brotando en la población.
Gracias al desarrollo gastronómico y a herramientas para comer, como tenedores, cucharas y cuchillos, estas muelas ya no son tan necesarias. Por lo tanto, realmente, las muelas del juicio no cumplen ninguna función en la vida moderna.
Las complicaciones de los terceros molares
Dado que, en un principio, sí eran piezas dentales necesarias, toda nuestra estructura bucodental estaba adecuada para albergarlas. En aquel entonces, los seres humanos tenían mandíbulas grandes, con el espacio suficiente para este tercer molar. Sin embargo, muchos de los humanos modernos no cumplen con las condiciones adecuadas para tener estos dientes. En consecuencia, se presentan algunas complicaciones que se mencionan seguidamente.
Limpieza entorpecida
Las muelas del juicio se ubican en la parte más profunda de la cavidad bucal, circunstancia que complica un poco su higienización. Resulta fácil que los restos de comida se asienten en las cordales durante más tiempo. La consecuencia de ello es la acumulación de placa, que se convierte en sarro y posterior incubación de una posible periodontitis.
De igual forma, la constante exposición a la placa bacteriana, termina debilitando el esmalte dental de las muelas del juicio. Como resultado son sensibilizadas, haciéndolas susceptibles al ataque de caries y otras infecciones.
Resulta crítica esta dificultad de limpieza de las muelas del juicio, porque todas las condiciones negativas mencionadas son problemas que son susceptibles de extenderse al resto de las piezas dentales. Es especialmente grave el desarrollo de la enfermedad de las encías, cuya principal consecuencia es la pérdida de dientes.
Movimiento dental
A lo largo de la vida de una persona, los dientes muestran pequeños movimientos, tan sutiles que pueden pasar inadvertidos. Esta es la razón por la cual es posible usar ortodoncia, que utiliza pequeñas cantidades de fuerza para modificar la ubicación u orientación de los dientes.
La erupción de las muelas del juicio ejerce cierto grado de presión en la estructura dental, empujando al resto de las piezas dentales. Esto sucede por dos razones: la primera es que un ser humano en la actualidad no desarrolla mandíbulas lo suficientemente grandes. La segunda, que las muelas del juicio suelen exhibir tamaños más grandes que una muela regular. El movimiento de dientes puede acarrear diversos problemas estructurales, como lo es el apiñamiento dental y la mordida desencajada.
Apiñamiento dental
En palabras simples, es el amontonamiento de dientes por la falta de espacio. Normalmente, este tipo de malposición es hereditaria. En casos normales, se trata con ortodoncia y extracción de piezas dentales, de forma que se desplazan los dientes a una posición adecuada.
Mordida desencajada
Al tiempo de experimentar el nacimiento de las muelas del juicio, una persona puede notar que tiene problemas para morder. Es decir, como los dientes han perdido su posición original, puede sentir un desacople entre sus dientes superiores e inferiores, lo cual genera incomodidad. Por instinto, la mandíbula comienza a esforzarse por recuperar su funcionamiento normal, lo que también nos puede llevar a sufrir dolores temporomandibulares.
Dolores y molestias
En algunas ocasiones, las erupciones de muelas del juicio son dolorosas y generalmente están acompañadas por fiebre e hinchazón. Adicionalmente, en ciertos casos no eclosionan correctamente y quedan atrapadas entre las encías y la mandíbula. Esto también se conoce como muelas impactadas. Cuando esto sucede, se cumplen condiciones adecuadas para desarrollar diferentes patologías dentales.
En resumen, las muelas del juicio, también conocidas como cordales, no cumplen ninguna función en la boca de un humano moderno. En su lugar, representan un factor de riesgo para la salud dental y general. En consecuencia, muy habitualmente, la recomendación de los especialistas es la extracción.
Todo sobre el procedimiento de extracción
Edad en la que se hace la extracción de las Muelas del Juicio
Regularmente, el procedimiento es común entre los 15 y los 25 años. Hay un consenso entre los odontólogos en que es preferible llevar a cabo este tipo de exodoncia en personas menores de 20 años. Se debe a que, en los jóvenes, la recuperación es más rápida. Adicionalmente, la intervención es menos compleja porque las raíces y los huesos aún no se han terminado de formar. Esto beneficia al paciente, ya que tendrá un período de recuperación mucho menos traumático.
Esto no quiere decir que no haya intervenciones en personas de más edad, simplemente que se deben tener otros factores en cuenta. Como, por ejemplo, la cantidad de días de recuperación, el tipo de anestesia y las posibles complicaciones. Estas últimas están relacionadas con las muelas que quedaron expuestas solo parcialmente, ya que implica un enfoque quirúrgico distinto.
El diagnóstico: Radiografía panorámica y salud bucodental
Condiciones de las muelas del juicio
Por medio de una radiografía panorámica se determina cómo es la interacción de las cordales con el resto de los dientes. Así el odontólogo puede observar cómo se interrelacionan con los senos paranasales y el nervio alveolar inferior. Este nervio está ubicado en la mandíbula y se encarga de dar sensibilidad a la propia mandíbula, el mentón, los labios inferiores y los dientes inferiores. Gracias a la radiografía panorámica, también quedan al descubierto posibles tumores, infecciones o patologías óseas.
Por otro lado, se determina la cantidad de muelas a extraer, ya que en algunos casos, las personas presentan menos de cuatro cordales. El objetivo es planificar el método para extraer todas las muelas en un mismo procedimiento.
Salud general de las encías
Durante el diagnóstico también se determina la salud general de las encías y el resto de los dientes. Antes de hacer la exodoncia, el dentista se asegura de eliminar las caries y hacer limpiezas dentales. En caso de que se detecte la enfermedad de las encías, se inicia el tratamiento de saneamiento o se trata de controlar en la medida de lo posible.
¿Quién hace el procedimiento de extracción?
Odontólogos, estomatólogos y cirujanos orales son capaces de llevar a cabo una exodoncia normal. Destacamos que, cuando hay complicaciones o condiciones especiales, como es el caso de las muelas impactadas, suelen encargarse los estomatólogos o los cirujanos orales.
¿En qué consiste el procedimiento?
Duración
La cirugía, a lo sumo, dura alrededor de 1 hora, dependiendo de las circunstancias de cada paciente. Se podría decir que normalmente dura menos de 45 minutos.
Anestesia
Es posible llegar a un acuerdo con el cirujano sobre el tipo de anestesia, que puede ser local, intravenosa o general. Aunque el especialista también toma en consideración otras variantes. Por ejemplo, un paciente extremadamente nervioso o con fobia al odontólogo es candidato para la anestesia general.
Extracción
Consiste en cortar la encía, exponiendo parte del hueso de la mandíbula que cubre la raíz del diente. Luego se retira parte del hueso para descubrir la raíz, seguidamente el cirujano procede a dividir el diente. En palabras simples, con un movimiento practicado rompe el diente, para que sea más fácil retirarlo. Una vez que se han quitado todos los pedazos, se limpia meticulosamente el área. Finalmente, se vuelve a colocar la encía en su lugar, se sutura y se coloca una gasa especial esterilizada, para controlar el sangrado.
El coágulo
La cicatrización en la boca es distinta a la que puede ocurrir en cualquier parte de la piel. Debido a su humedad perenne, esperar a que se seque o que se forme una costra, queda totalmente fuera de lugar. En su lugar, un coágulo de sangre se aloja en el espacio que una vez estuvo ocupado por el diente. Este coágulo evita que el hueso subyacente quede expuesto, protegiéndolo del aire y restos de alimentos.
En consecuencia, muchos de los cuidados que se deben seguir después de la cirugía giran en torno a proteger este coágulo. Su desprendimiento debe ser de forma natural, ya que su destrucción prematura termina en alveolitis seca.
Alveolitis seca
Es una consecuencia directa de la desaparición del coágulo antes de tiempo. Produce dolor y emite olores desagradables y mal sabor. Los fumadores o personas que toman determinados medicamentos o anticonceptivos son propensos a este tipo de inconveniente.
Cuidados después de la extracción de la muela del Juicio
Medicamentos
Para las secuelas dolorosas los cirujanos recetan algunos analgésicos que ayudan a disminuir el dolor. En algunas ocasiones, se suman antibióticos cuando hay precedente relacionado con la periodontitis. Otra forma de tratar con el dolor, los hematomas y la hinchazón, es colocar bolsas de hielo sobre la mandíbula.
Higiene
Durante las primeras 24 horas el sangrado es intermitente, pero no se deben lavar los dientes ni usar ningún tipo de enjuague. A pesar de la sangre, tampoco se debe escupir, ya que esta acción puede hacer que el coágulo sea expulsado. Después de las 24 horas, se puede reanudar el cepillado pero debe ser hecho con extrema delicadeza, mientras que los enjuagues siguen vetados. En su lugar, se hacen lavados con agua con sal cada dos horas y después de cada comida, durante una semana aproximadamente.
Dieta
Por un tiempo los alimentos calientes, picantes, duros o masticables quedan excluidos, porque aumentan el riesgo de irritar la herida. Teniendo en cuenta que la intensidad en la higiene de los dientes, toma un tinte delicado y leve. La ingesta de esa clase de alimentos aumenta el riesgo de desarrollar alguna infección.
En cuanto a las bebidas, el uso de pajitas es contraproducente, la acción de succionar podría afectar el coágulo. Por lo que se recomienda suspender su uso durante al menos una semana. Así como dar prioridad al agua antes que el resto de las bebidas, evitando por completo las carbonatadas y las de cafeína.
Actividades
Usualmente, el primer día se debe pasar en absoluto reposo con un descanso de actividades extenuantes en los siguientes 7 días. Un sobreesfuerzo podría terminar en la expulsión temprana del coágulo en la herida.
Posibles complicaciones
Como la técnica implica el uso de la fuerza para romper el diente, las complicaciones, aunque atípicas, se asocian con el traumatismo. Durante el procedimiento se pueden dañar accidentalmente otros dientes, al igual que la mandíbula puede terminar fracturada. Esto es especialmente común en las exodoncias hechas a adultos mayores, razón por lo que se recomienda retirar las cordales en edades más jóvenes.
El nervio alveolar y los senos paranasales son otras áreas que podrían resultar lastimadas durante el procedimiento. Aunque es importante resaltar que se trata de complicaciones atípicas. En líneas generales, la extracción de las muelas del juicio se considera un procedimiento altamente controlado y con éxito en la mayoría de sus casos.
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