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El implante dental es una fijación de titanio que se coloca en el maxilar o mandíbula para sustituir las raíces de los dientes dañados o perdidos, actuando como soporte para las piezas artificiales. Se puede sustituir un único diente, varias piezas o incluso la dentadura completa. Ofrece toda la funcionalidad y apariencia de los dientes naturales, siendo así una solución segura, permanente y estética. Una alternativa a las coronas, puentes y dentaduras tradicionales.
1) Nos permite mejorar nuestra estética dental y lucir una bonita sonrisa.
2) Recuperamos la función masticatoria y mejoramos así la función digestiva.
3) Encajan con nuestra anatomía ya que se realizan a medida y por tanto no se necesita adhesivos.
4) No dañan los dientes sanos de alrededor y evitan la pérdida de hueso en en área afectada.
5) Mejoran nuestra habilidad para comer, recuperando en algunos casos la capacidad de saborear alimentos, y por tanto mejora nuestra calidad de vida.
6) Aumenta nuestra confianza y autoestima, permitiéndonos sonreír sin complejos y mejorando nuestras habilidades sociales.
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