La Doctora Ana Marmaneu trabaja para conservar lo que la boca ya tiene de valioso.
Domina la endodoncia y la odontología restauradora para devolver función y confort con intervenciones precisas y lo menos invasivas posible; si un diente se puede salvar, lo pelea hasta el último milímetro de dentina.
Su forma de hacer es tan clara como serena: escucha, ordena la información y te propone un plan comprensible, con tiempos realistas y alternativas. Prefiere la honestidad a las promesas rimbombantes, y eso se nota en la confianza que genera desde la primera visita.
Pequeña pincelada personal: viajera de mapa abierto, nadadora de carril y devota de la paella del domingo en familia.
Antes de atender a nuestros pacientes, Ana ya viene con su propio “ritmo de nado”: tranquilidad, foco y constancia. La piscina le ha enseñado a avanzar sin prisa pero sin pausa, una disciplina que se nota cuando trabaja dentro de un diente: precisión, silencio y buen pulso.
Le entusiasma viajar sin importar el destino; esa curiosidad la hace flexible para adaptar planes cuando un caso lo pide y celebrar cada pequeño avance del paciente. Y el ritual de la paella dominguera le recuerda que lo importante se cocina a fuego lento y en equipo, escuchando y cuidando cada detalle.
Su norte es sencillo: aliviar, conservar y que tu sonrisa vuelva a estar de tu lado.
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