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]]>Un implante dental es una raíz artificial de titanio que se inserta quirúrgicamente en el hueso maxilar o mandibular para servir como base para una prótesis dental, como una corona o un puente.. El término técnico médico es “implante intraóseo intraoral”.
El rasgo esencial de los implantes es su biocompatibilidad, que hace que el hueso se fije firmemente sobre el implante. Gracias a esto, la pieza muestra una muy buena estabilidad, para la fijación de una prótesis dental.
Básicamente, el implante permite reponer un diente perdido de forma muy estética, y con un resultado muy cómodo. Debido a que los dientes quedan fijos e independientes de sus vecinos, como un diente natural.
Además de mejorar la estética dental al reemplazar dientes perdidos, los implantes dentales juegan un papel crucial en la prevención de la pérdida ósea y el mantenimiento de la estructura facial. La estimulación que proporcionan al hueso circundante ayuda a prevenir la reabsorción ósea que suele ocurrir tras la pérdida de un diente.
Un implante dental completo, suele estar compuesto de tres partes, el implante, el pilar, y un complemento.
Es una pieza hecha con una aleación de titanio, que es un material inerte y altamente biocompatible. El cuerpo humano tolera perfectamente la aleación de titanio, la cual, también se utiliza para otros tipos de prótesis, como de cadera y rodilla.
El pilar del implante es una pieza de titanio utilizada para fijar la prótesis/complemento, sobre el implante. El pilar sirve como conexión intermedia, entre el implante y el nuevo diente.
Los implantes dentales, permiten la fijación de diferentes tipos de prótesis dentales, tales como coronas y puentes.
El implante dental clásico lleva su nombre porque es el tipo de pieza que se coloca en 9 de cada 10 casos. Mide entre 1 y 2 cm de largo, con un diámetro de 0,3 cm. A menudo tiene forma cónica con una base más ancha y una punta redondeada.
El implante tiene una rosca como cualquier tornillo, lo que le da estabilidad en el hueso maxilar.
Este es un implante cuya longitud es inferior a 1 cm, tienden a ser más anchos o tener una rosca más pronunciada que los clásicos.
Se utilizan en los casos en que el paciente no tiene suficiente volumen óseo, para colocar un implante convencional. Al igual que se implementa para evitar el injerto óseo, o el relleno de senos paranasales.
El implante basal es otro modelo cuyo objetivo es eliminar la necesidad de injerto óseo. No es más corto, sino mucho más largo que un implante convencional, lo que permite insertarlo profundamente en el hueso. Este tipo de implante, puede llegar a medir 5 cm de largo.
Debido a su longitud, los implantes basales requieren una cirugía más compleja y presentan un mayor riesgo de complicaciones. Este tipo de implante se utiliza principalmente en casos donde no es posible realizar injertos óseos.. Al igual que no se puede retirar fácilmente, en caso de alguna complicación. Debido a estos rasgos, este tipo de implante suele usarse como último recurso.
Además de los tipos comunes como los implantes convencionales y cortos, existen implantes zigomáticos, que son más largos y se anclan en el hueso cigomático, siendo una opción para pacientes con pérdida ósea significativa en el maxilar superior. Estos implantes son una alternativa efectiva para pacientes que no son candidatos para injertos óseos debido a la calidad o cantidad de hueso insuficiente.
La tasa de éxito de los implantes dentales es alta, alcanzando aproximadamente el 95-98% en todo el mundo. Este éxito depende de factores como la calidad del hueso, la técnica quirúrgica y el cuidado posterior. Esto significa que de 100 implantes colocados, 97 permanecen en su lugar, y 3 son rechazados.
El término rechazo de implante, en realidad no se refiere a una reacción del cuerpo en contra de este. Sino más bien a una pasividad y una falta de osteointegración, la cual se debe, comúnmente, a factores ambientales. Tales como consumo de alcohol, tabaco, estilo de vida, higiene bucal, diabetes no controlada, y deficiencia de vitamina D.
La elección del material del implante debe basarse en factores individuales, como la salud general del paciente, sus preferencias estéticas y cualquier sensibilidad conocida a los metales. Es fundamental discutir con el dentista las opciones disponibles, considerando tanto las necesidades funcionales como estéticas, para personalizar el tratamiento según las características específicas del paciente.
El titanio es un material inerte que no libera ninguna sustancia en el organismo. Su uso extendido en implantología se debe a su capacidad para integrarse con el hueso sin causar reacciones adversas. Esto lo convierte en una opción ideal para pacientes con alergias a otros metales.
Se utiliza con fines ortopédicos y en la confección de una variedad de prótesis fijadas en el interior del cuerpo humano. La literatura científica ha demostrado la eficacia y seguridad de este material, durante más de 40 años.
El titanio es preferido en los implantes dentales debido a su excelente biocompatibilidad, que facilita la osteointegración, un proceso en el que el hueso se adhiere firmemente al implante, proporcionando estabilidad y soporte a largo plazo.
Para la confección de implantes se utilizan dos tipos de aleaciones de titanio:
Los implantes de titanio de grado 4, contienen porcentajes de aluminio, por lo que pueden eventualmente oxidarse a largo plazo. Situación que ocurre únicamente en la superficie y bajo ciertas circunstancias.
Sin embargo, todavía no hay pruebas científicas de que este fenómeno sea perjudicial para la salud o para la durabilidad del implante.
Los implantes de titanio de grado 5, contienen muy poco o nada de aluminio, por lo que son considerados superiores. Este es el material más utilizado en la confección de implantes de alta gama. Destacando que estos no se oxidan bajo ninguna circunstancia.
Recientemente se ha puesto en el mercado un nuevo tipo de implante cerámico, fabricado con óxido de zirconio. Este material también se utiliza para la fabricación de otras prótesis dentales, estos implantes tienen un característico color blanco.
Son seleccionados por pacientes que, a pesar de la biocompatibilidad del titanio, no quieren tener metal en el cuerpo.
Aunque los implantes de zirconio son una opción estética debido a su color blanco, su uso a largo plazo aún está siendo estudiado. Sin embargo, ofrecen una buena biocompatibilidad y son adecuados para pacientes con sensibilidad al metal. La zirconia también presenta un riesgo de rotura, en comparación con el titanio. Ya que los materiales cerámicos, no tienen elasticidad, a diferencia de una aleación de titanio.
Las técnicas de implantación han avanzado significativamente, y ahora incluyen opciones mínimamente invasivas que reducen el tiempo de recuperación y mejoran la comodidad del paciente durante el procedimiento. En Artdenta, empleamos tecnología de vanguardia, como escáneres intraorales y software de planificación 3D, para asegurar una colocación precisa y minimizar el tiempo de recuperación.
Este método se trata de colocar un implante por cada diente a reemplazar, cumpliendo los periodos de tiempo reglamentarios.
La técnica de carga inmediata puede ser ventajosa para los pacientes que desean dientes funcionales lo antes posible, pero requiere una cuidadosa evaluación del hueso y la estabilidad inicial del implante.
Esta técnica es más costosa, solo se usa con implantes dentales de alta gama, y prótesis dentales temporales. Se trata de poner una prótesis temporal sobre un implante, directamente durante su instalación.
Esta técnica es recomendada para tratar los dientes frontales, principalmente. Cuando se trata de molares o dientes anteriores, es mejor optar por la técnica convencional. Con la finalidad de que la integración ósea sea más efectiva. La carga masticatoria de las muelas es mucho mayor que la de los dientes frontales, por lo tanto es importante la solidez del implante.
Es una técnica que usa una prótesis dental fija sobre 4 implantes, que reemplaza todos los dientes del maxilar. En ocasiones, se utilizan 6 implantes, convirtiendo el procedimiento en All-on-6. Sin embargo, el sistema es el mismo, e incluso, en raras ocasiones se llegan a usar 8 implantes. Estas técnicas son especialmente útiles para pacientes con pérdida significativa de
dientes, ya que permiten restaurar un arco completo con un número reducido de implantes, reduciendo tiempo y coste.
Es una prótesis que cuenta con 12 dientes, diseñados para restaurar un maxilar completo. Esta técnica permite sustituir un maxilar entero, sin necesidad de colocar un implante dental por cada diente sustituido. Al final, para restaurar una boca llena de 24 dientes, solo se necesitan de 8 a 12 implantes.
En primera instancia, se hará cualquier de los siguientes estudios, escáner 3D, una tomografía computarizada, o radiografía bidimensional convencional (panorámica). A partir de estos, el dentista o estomatólogo establece un plan de tratamiento final, antes de pasar a la cirugía. Los escáneres 3D proporcionan imágenes precisas que facilitan la planificación quirúrgica, permitiendo al cirujano evaluar la calidad del hueso y determinar la mejor ubicación para los implantes.
Los procedimientos de imagen como la tomografía computarizada 3D proporcionan una vista detallada de la estructura ósea, permitiendo al cirujano planificar con precisión la colocación del implante y reducir el riesgo de complicaciones.
Es durante esta etapa preoperatoria que se define el tipo, tamaño y posición de cada implante dental. Al igual que se establece si será necesario acondicionar el hueso a través de un injerto.
Este paso es fundamental para ahorrar tiempo durante la operación y para la preparación de la guía quirúrgica.
Con ayuda del estudio 3D o la tomografía, se conocen los volúmenes óseos en los que se puede colocar los implantes dentales. Esta verificación es necesaria porque muchas veces sucede que a nivel de maxilar superior, no hay suficiente altura ósea para colocar el implante.
En estos casos, comúnmente, se opta por un injerto óseo o levantamiento de seno paranasal. Este procedimiento es bastante común porque, aproximadamente, una de cada dos personas lo necesita.
Esta operación consiste en levantar la membrana del seno para crear un espacio, en el que se introduce hueso artificial en forma de gránulos. En los casos en los que el hueso es muy delgado, se deja que el injerto fragüe de 6 a 9 meses antes de poder colocar el implante.
Cuando hay aproximadamente 5 milímetros de hueso o más, se puede hacer el injerto y colocar el implante al mismo tiempo.
Con el fin de minimizar los riesgos de infección, el cirujano podría sugerir realizar un raspado con pulido de los dientes, el día anterior a la cirugía. De esta forma, podrá operar con la boca lo más limpia posible.
La mayoría de los implantes dentales se colocan bajo anestesia local, que es segura y efectiva para la mayoría de los pacientes, permitiendo una recuperación rápida y minimizando el malestar durante el procedimiento. Sin embargo, hay algunas excepciones, en el que se usa sedación consciente y anestesia general. Esta última, por ejemplo, se usa con los implantes basales, o con pacientes que tienen fobia dental.
La cirugía es llevada a cabo por un estomatólogo o un cirujano dental, quien crea una cavidad del tamaño del implante. Seguidamente se inserta el implante, anclándolo al hueso de la mandíbula o de la cara, según sea el caso.
En palabras simples, se reemplaza la raíz natural por una de titanio. A parte de colocar el implante, existen otros procedimientos que también se realizan en esta fase, tales como:
En algunos casos, es posible realizar una extracción y colocar el implante en la misma sesión, conocido como colocación inmediata. Este enfoque puede preservar el hueso y reducir el tiempo total de tratamiento, pero requiere una evaluación cuidadosa para asegurar que el sitio sea adecuado.. Cuando esto ocurre, los especialistas prefieren hacer todo en una misma cirugía, sacando el diente e incorporando el implante inmediatamente.
Los especialistas hacen esto porque después de una extracción, el hueso que albergaba la raíz del diente, queda inutilizado. Por lo tanto, el propio organismo empieza un proceso llamado “reabsorción”, en el que, básicamente, el hueso se autodestruye. Para evitar esta pérdida ósea, el estomatólogo decide colocar el implante de una vez. Con ello, las células comienzan su proceso natural de reconstrucción entorno a la “nueva raíz”.
Esto también es beneficioso en términos de número de cirugías y coste final.
El tratamiento de superficie del implante es crucial para mejorar la osteointegración. Las técnicas avanzadas, como la creación de nanoestructuras y el uso de superficies hidrófilas, ayudan a optimizar la integración del implante con el hueso circundante, mejorando la tasa de éxito, y con implantes de alta gama, mayormente. Permite que las células óseas se adhieran mejor al implante y, por lo tanto, promueve una osteointegración más efectiva.
Estas técnicas avanzadas de tratamiento de superficie no solo mejoran la tasa de éxito del implante, sino que también aceleran el proceso de osteointegración, permitiendo una recuperación más rápida.
El especialista raspa la superficie creando nanoestructuras que faciliten la adhesión. Seguidamente aplica un tratamiento químico, para hacer la superficie hidrófila, permitiendo que los fluidos corporales, sangre y suero, hagan buen contacto con el implante. En consecuencia, las células del cuerpo pueden adherirse más fácilmente a la pieza de titanio, e iniciar la unión con el hueso.
En algunos casos, también se habla de una superficie SLA, SLactive, o superficie con iones de calcio, que facilitan la adhesión de las células óseas.
Durante un período de 3 a 6 meses, el proceso de osteointegración permite que el hueso crezca alrededor del implante, asegurando su estabilidad. Este paso es crítico para el éxito a largo plazo del implante. Este es un proceso en el que las células óseas se unen al implante y reconstruyen el hueso sólidamente. Esta es la razón por la que es importante el rasgo de biocompatibilidad, para que el cuerpo pueda adoptar la pieza como un elemento propio.
Cabe destacar que este período también sirve para permitir que el injerto óseo se solidifique.
Al cabo de los 6 meses, el especialista verifica si la osteointegración fue exitosa. Para seguidamente, proceder a colocar el pilar y el complemento a través de un sistema de fijación:
La corona o las prótesis seleccionadas para este sistema de fijación, cuentan con hendidura internas en forma de roscas. Con ello, se acoplan al pilar como si fuese un tornillo.
También conocida como bonding, se basa en el uso de adhesivos dentales para cementar la prótesis al implante.
Los implantes de carga inmediata permiten a los pacientes disfrutar de una funcionalidad dental completa desde el primer día, mejorando significativamente su calidad de vida y reduciendo el tiempo sin dientes funcionales.
El procedimiento para estas técnicas se mantiene igual en las fases de planificación, y acondicionamiento.
La colocación de la prótesis dental se lleva a cabo durante esta fase, destacando que también aplica para la técnica All-on-4 o All-on-6.
Todos los implantes se insertan durante una misma cirugía, por lo que tiende a tomar una cantidad de tiempo considerable.
Esta es una fase independiente, ya que, sin importar la técnica utilizada, el implante debe integrarse al hueso. Por lo que, los especialistas mantendrán en observación el desarrollo de la relación entre el hueso y el implante.
La prótesis que se usa en esta técnica es temporal, por lo que el sistema de fijación no puede ser cementado, sino atornillado en su lugar. La prótesis permanente, se colocará luego de 6 meses, cuando se haya comprobado el éxito de la osteointegración.
Esta técnica admite tanto la carga convencional al cabo de 6 meses, como la carga inmediata con prótesis temporales.
Como anteriormente se explicó, este puede llevarse a cabo de forma inmediata, junto con la fase quirúrgica. O, por separado, dejando un período de recuperación entre 6 y 9 meses. Los cuales se deben sumar, a la fase de osteointegración.
El tiempo que toma la colocación de un implante dental, es de aproximadamente 30 minutos a 1 hora por implante. Sin embargo, esto no incluye los trabajos de preparación, y los distintos controles postoperatorios. Tomando en cuenta todos los preparativos, se requiere un mínimo de 3 días, para todo el trabajo.
Además, si el paciente requiere extracciones dentales o prótesis temporales, como el caso de la carga inmediata, el tiempo aumenta. En tales casos, la fase quirúrgica podría llegar a abarcar hasta dos semanas.
Dependiendo de la complejidad del caso del paciente, este período puede variar, desde los 3 meses hasta los 5 meses. Al igual que puede aumentar, si existe alguna complicación.
El cuidado posterior adecuado es esencial para el éxito a largo plazo de los implantes dentales. Esto incluye mantener una buena higiene bucal, evitar el tabaquismo y asistir a revisiones dentales regulares para monitorear la salud del implante.
Cuando el procedimiento implica anestesia general, el paciente, probablemente, no podrá hacer nada el resto de ese día ni del siguiente. Por lo tanto necesitará ayuda para llegar a casa, al igual que en las horas posteriores al despertar. En estos casos, es esencial la presencia de un acompañante.
Cada persona tiene una sensibilidad diferente al dolor, el cual, en este caso es comparable al de una extracción dental. En la mayoría de los casos, el dentista receta paracetamol junto con un antiinflamatorio. En cualquier caso, el dolor debe ser soportable, en caso contrario, el paciente deberá consultar con su cirujano.
Los días posteriores a la cirugía, pueden presentarse algunas molestias postoperatorias, lo cual es completamente normal. Es recomendable descansar bien, y no realizar ninguna actividad física, para favorecer la cicatrización de las encías.
Es común que en la población adulta, haya un alto porcentaje de personas con deficiencia de vitamina D. Sin embargo, esta vitamina es necesaria para la fijación del calcio en los huesos y, por tanto, para la integración ósea de los implantes.
El calcio también es necesario en este proceso, razón por la que tomar ambos suplementos, puede promover la reconstrucción ósea alrededor del implante.
Es crucial evaluar cada caso individualmente, ya que condiciones como el bruxismo, ciertos trastornos autoinmunes o historia de radiación en la mandíbula pueden afectar el éxito de los implantes.
Anteriormente mencionamos que los estomatólogos o cirujanos, prefieren extraer un diente e insertar el implante, en un mismo procedimiento. Sin embargo, en los casos en los que el diente y su raíz están severamente infectados, colocar un implante inmediatamente no es favorable.
Cuando se tienen factores como granulomas o abscesos, los especialistas optan por esperar a que se extraiga la raíz infectada. Para luego de 2 o 3 meses, proceder a insertar el implante de titanio.
Se recomienda no esperar años después de la extracción para proceder con el tratamiento de implante. No hay que olvidar la reabsorción ósea, así como el riesgo de que algunos dientes se muevan o arqueen.
Los pacientes con diabetes, deben tener esta afección bajo control para poder ser candidatos para una implantación dental. Generalmente, el nivel de hemoglobina glicosilada (HbA1C), debe ser inferior a 7,0. Con este índice se demuestra que la diabetes del paciente está bajo control.
Los tratamientos contra el cáncer debilitan el sistema inmunológico, por lo que se recomienda esperar 6 meses antes de considerar una cirugía implantológica.
Si el paciente desea iniciar un tratamiento de ortodoncia, el orden adecuado es hacer este primero, antes de colocar el implante.
La toma de anticoagulantes aumenta el riesgo de hemorragias masivas, por lo que se recomienda suspender su uso antes de la cirugía. En caso de no poder suspender el tratamiento con el medicamento, el dentista podría solicitar una prueba de coagulación sanguínea. También conocidas como PT: Prothrombin e INR: International Normalized Ratio Test, para comprobar la capacidad de coagulación del paciente.
Seleccionar un profesional experimentado, como el Dr. Juan Cervera, experto en implantología y director de Artdenta, es fundamental para el éxito del tratamiento con implantes. La experiencia del cirujano y el uso de tecnología avanzada pueden influir significativamente en el resultado del procedimiento.
Con un mantenimiento adecuado, que incluye revisiones anuales y limpiezas profesionales, los implantes dentales pueden durar muchas décadas, proporcionando una solución duradera y funcional para la pérdida dental
Un implante dental debe ser revisado, al menos, una vez al año. El control consiste en enviar una radiografía del implante al cirujano, para que este compruebe que no hay cambios en la masa ósea. Estas revisiones permiten detectar cualquier problema a tiempo, asegurando que el implante permanezca en óptimas condiciones y funcione correctamente.
En caso de ser necesario, el especialista recomendará acudir a un periodoncista para realizar mantenimiento al implante. El cual consiste en limpiar alrededor de la pieza, para eliminar la presencia de bacterias.
Mantener una higiene bucal rigurosa es esencial para prevenir la periimplantitis, una inflamación de los tejidos alrededor del implante que puede comprometer su estabilidad.
Como se mencionó, las prótesis pueden fijarse a través de un pegamento permanente hecho para durar décadas. O, se puede optar por una prótesis fija atornillada o trans atornillada.
La desventaja de usar pegamento, es que es tan fuerte que no es posible volver a despegar el complemento. Para retirar una prótesis dental si es necesario, se deberá cortar.
Esta es una opción que cuesta un poco más, pero que permite la extracción de la prótesis por el dentista si es necesario. Esta función facilita el acceso a los implantes para los controles y mantenimiento.
Aunque la mayoría de los implantes están hechos de titanio, dependiendo del fabricante, estos pueden exponer rasgos especiales. Este es el caso de la llamada conexión cónica sellada, también conocida como conexión cono Morse. Que se caracteriza por garantizar una estrecha conexión ósea, evitando complicaciones.
Al masticar, el pilar y el implante realizan micromovimientos, que atraen saliva, y junto con esta, ingresan bacterias y partículas de comida dentro del implante. Luego, las bacterias se ocultan dentro del implante, que es un área inaccesible para el sistema inmunitario.
Si estos microorganismos proliferan, pueden desencadenar una ligera inflamación alrededor del implante. Que a pesar de no generar dolor y pasar desapercibida, es dañina a largo plazo.
El diseño de los implantes de alta gama, con su estrecha conexión, evita que eso suceda.
Si necesitas más información acerca de Implantes Dentales, no dudes en ponerte en contacto con Artdenta. Puedes visitar a tu Clínica dental Artdenta en Valencia en la Avenida Primado Reig, 137 o llamándonos al 963 693 329. Estaremos encantados de atenderte.
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]]>La entrada Precio del tratamiento de Carillas Dentales en Valencia | Guia completa se publicó primero en Dentista en Benimaclet, en Valencia cerca de Viveros.
]]>Es importante considerar cómo las carillas dentales pueden mejorar la salud bucodental general al corregir, además de detalles estéticos, problemas funcionales.
Identificación de la mejora dental que se quiere abordar.
Centro dental especializado al que asistirás, la calidad de los equipos, la tecnología, el profesional, entre otros.
Tipo de carilla que te gustaría tener, ¿De porcelana o de resina..? De acuerdo al tipo de carilla, se tienen procedimientos de complejidad variable.
Finalmente deberás pensar en el mantenimiento de las carillas, ¿Cuánto tiempo te gustaría mantener el resultado?
En este artículo desgranamos cada una de estas variables y algunos otros aspectos que subyacen bajo estas. Con ello podrás tener una idea de los posibles precios de carillas dentales, así como del porqué de su coste.
Bibliografía:
Dependiendo del tipo de mejora que requiera tratar y de su complejidad, el precio del tratamiento podría aumentar. Seguidamente te mencionamos los tipos de mejoras que puedes conseguir con carillas:
Los dientes manchados pueden tratarse con una limpieza y posterior blanqueamiento dental. Pero existen situaciones en la que los dientes están muy manchados o, que su color natural, heredado genéticamente, es opaco. En estos casos, las carillas son una alternativa mucho más sencilla que un blanqueamiento dental interno.
Las carillas tienen la capacidad de que toda la dentadura posea formas y tamaños simétricos, acordes a la estructura facial de cada persona.
A través de un diseño de sonrisa, se establece la medida que debería tener cada diente para acceder a una sonrisa ideal. Al colocarlas, el diastema queda cubierto y el amplio espacio interdental ya no podrá ser percibido.
Las carillas dentales corrigen las malposiciones leves, lo hace a través del tallado dental y superposición de carillas, dándole a todas las piezas dentales la alineación adecuada.
Las malposiciones graves necesitan ser tratadas con aparatos de ortodoncia.
Restaurar un diente partido en la parte frontal de la dentadura se puede lograr a través de una carilla.
En el caso de que sean dientes posteriores, el uso de coronas de cerámica sería una mejor opción.
Estas correcciones, no solo mejoran la estética, sino que también puede facilitar una mejor higiene bucal y prevenir problemas dentales futuros.
Habitualmente se establece un coste por pieza, en este sentido debes tener claro la cantidad de dientes a tratar. Esta variante también te permitirá saber cuántas visitas serán necesarias para culminar el procedimiento. Tratar adecuadamente todas las áreas necesarias asegura una mejora integral en la salud bucodental, reduciendo el riesgo de caries y otros problemas.
Las características del centro dental especializado que escojas, tendrá peso en el valor del tratamiento de carillas.
Si la clínica dental se ubica en un sitio en el que la renta es elevada, es probable que eso se refleje en los precios de sus servicios sea o no un dentista de alta calidad.
Algunos centros dentales especializados incluyen en su tarifa lo relacionado a la consulta, evaluación general, honorarios y materiales; mientras que otras no. Por lo que, es prudente preguntar qué incluye exactamente el protocolo de servicio de la clínica dental escogida en caso de que no sea una clínica de confianza.
Dependiendo de los métodos disponibles en la clínica dental para la fabricación y colocación de carillas, el coste variará.
Usa técnicas, materiales y equipos básicos para llevar a cabo: el examen diagnóstico inicial, la confección y la colocación de las carillas.
El odontólogo realiza una evaluación principal y toma muestras de los dientes para crear un molde de las piezas dentales. Seguidamente, procede a fabricar las carillas sobre el mencionado molde.
Estas pueden colocarse en uno o varios días, dependiendo del tipo de carilla, del problema a tratar y del tamaño del área.
Predomina el uso de equipos computarizados que maximizan el éxito del resultado, un buen ejemplo sería el llamado Smile Design.
Estos tratamientos se caracterizan por ser los más modernos, usan tecnología para tomar muestras digitales de la dentadura. Luego, con ayuda de software, el especialista diseña la sonrisa con la simetría perfecta, de acuerdo al rostro del paciente.
Con este método es posible tener una proyección bastante realista de cómo será el resultado. En este sentido, el paciente podrá emitir su opinión acerca del resultado, dándole al odontólogo la oportunidad de realizar cambios oportunos.
Los centros dentales que usan equipos de última generación incluyen los costes de mantenimiento, de estos aparatos, dentro de sus tarifas. En consecuencia, es común que estos tengan un valor mayor que los convencionales.
Continuando con las variables que influyen en los precios de carillas, se aconseja tomar nota de los costes relacionados con procedimientos extras.
Según la evaluación del especialista se podría plantear la necesidad de pasar primero por otros procedimientos. Ya sea para saneamiento o corrección de alguna patología dental.
Normalmente, las carillas son indicadas para personas con una buena salud dental. Es decir, sin caries, y en caso de patologías periodontales, es imprescindible que estén bajo control odontológico.
Por otro lado, si una persona quiere mejorar el color natural de sus dientes pero tiene una malposición grave. El odontólogo le dará prioridad a la corrección de la malposición por medio de aparatos, para posterior colocación de carillas.
Las carillas de porcelana son las que ofrecen el mejor resultado estético. Gracias a su color y textura, pueden mimetizarse a la perfección con los dientes naturales, especialmente por su rasgo de translucidez. Su valor es alto y varía según el tipo de porcelana que se escoja.
En la búsqueda de aumentar la durabilidad de las carillas de porcelana, actualmente se combina la cerámica con otros materiales.
Tal es el caso del dióxido de zirconio, material que actualmente produce una de las carillas con la más alta calidad. Son populares porque el resultado estético es increíblemente natural y posee una resistencia moderada a la fractura. Tales características derivan un alto valor, ubicándola dentro de las carillas más costosas.
Son capas de porcelana ultrafina que se van colocando una a una sobre los dientes. Son las carillas más utilizadas por personas famosas o mediáticas, como Selena Gómez, Cristiano Ronaldo, entre otros.
Goza de gran popularidad, pero, su coste es el más alto entre todas las carillas.
Las carillas de composite son las más económicas del mercado, debido a que el material del que están hechas posee una menor resistencia a la fractura. Dota a los dientes con un excelente aspecto, aunque sin alcanzar el ofrecido por los materiales cerámicos.
Bibliografía:
Las carillas de porcelana necesitan una mayor cantidad de citas para poder colocarlas. Principalmente, porque es necesario tallar los dientes hasta dejar lo que se conoce como muñón. También es necesario el uso de unos protectores mientras las carillas se confeccionan, ya que la dentadura tallada genera sensibilidad.
La excepción son las carillas lumineers, para las cuales, el tallado de dientes no es necesario. Pero la complejidad de la técnica de colocación es aún mayor, debido a la fragilidad de las láminas ultrafinas de porcelana.
Considerando que las carillas de porcelana ya tienen un alto valor por su estética y durabilidad. Es acertado asumir que la complejidad de los procedimientos de colocación, reafirma su alto costo.
Los métodos de colocación para las carillas composite, pueden ser directos o indirectos, también conlleva tallado dental, pero, es más superficial que para las de porcelana.
El odontólogo toma muestras, hace un molde, y fabrica las carillas fuera de la boca del paciente.
El especialista, trabaja directamente sobre los dientes del paciente, colocando capa por capa de resina composite hasta obtener el resultado deseado. Esta técnica también se llama, a mano alzada.
El procedimiento en este caso, puede catalogarse como menos complejo que el de las carillas de porcelana. Situación que también se refleja en su valor, más bajo que el de las cerámicas.
Finalmente, luego de tomar en cuenta cada una de las variables que te hemos mencionado, llegamos a los gastos por mantenimiento. En este caso no vas a tener que sumar productos adicionales de limpieza. Sino de posibles reparaciones y dispositivos para algunos hábitos parafuncionales. Un buen mantenimiento es esencial para prolongar la vida útil de las carillas y asegurar que no haya efectos adversos en la salud bucodental.
Las carillas son fabricadas priorizando la estética sobre la durabilidad, aunque en la actualidad se trabaja por un mejor equilibrio, aún no se ha logrado del todo. Por lo que, estas son susceptibles a fracturarse o a mancharse, tal cual como un diente natural. Entonces, si los hábitos como fumar, beber y comer productos con mucho colorantes persisten, los gastos por restitución o restauración serán mayores.
Nos referimos, específicamente, a las férulas de descarga para las personas que bruxan durante la noche o durante el día. La fuerza que este acto parafuncional ejerce sobre la dentadura, puede quebrar con facilidad una carilla. Lo recomendado es usar férulas, mientras que se somete a algún tratamiento para aliviar el bruxismo.
En conclusión, el factor determinante en el precio de la carilla dental radica en la condición dental del paciente. La particularidad es un rasgo importante en cualquier rama de la medicina, lo que funciona bien en unos no lo hace en otros. De igual forma, el diseño de los tratamientos de carillas dentales son personalizados, por lo que el precio podría ser distinto para cada persona.
Lo ideal es que hagas una cita con tu odontólogo de confianza y planifiques un tratamiento que se adapte a tus necesidades, para poder obtener un precio de carillas apegado a la realidad.
Bibliografía:
Si necesitas más información acerca de carillas dentales, u otro tratamiento estético dental, no dudes en ponerte en contacto con Artdenta. Puedes visitar a tu Clínica dental Artdenta en Valencia en la Avenida Primado Reig, 137 o llamándonos al 963 693 329. Estaremos encantados de atenderte.
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]]>La endodoncia, también conocida como tratamiento de conducto, es una técnica destinada a salvar tu pieza dental cuando está deteriorada y su pulpa afectada. Es un método que permite preservar el diente en lugar de extraerlo y su precio depende del tipo de tratamiento que se realiza.
En la Clínica Dental Artdenta en Valencia, contamos con especialistas en endodoncia que te atenderán para evaluar la condición de tu pieza dental y el tipo de endodoncia que requiere, además de detallar el precio del tratamiento endodóntico que te va aplicar.
No hay un precio único para una endondoncia. Debido a la casuística, la diferencia entre la situación de cada paciente, es tan grande, que las «aproximaciones» no son formas adecuadas ni profesionales de informar a un paciente. Por ello te vamos a explicar los aspectos que influyen en sus variantes, a fin de proporcionarte datos que permitan comprender de qué depende el coste de este tratamiento.
El precio de la endodoncia se determina por varios factores clave: la complejidad del procedimiento, el número de conductos a tratar, la tecnología y materiales utilizados, y la experiencia del endodoncista. Comprender estos factores puede ayudar a los pacientes a tomar decisiones informadas sobre su tratamientoComprender estos factores puede ayudar a los pacientes a tomar decisiones informadas sobre su tratamiento.
La complejidad del tratamiento
La tecnología que necesitamos utilizar.
Tipo y calidad de los materiales empleados.
Requisitos estéticos del diente tratado.
Experiencia del endodoncista que practique el procedimiento.
El principal elemento que influye en el coste de la endondoncia es la complejidad del procedimiento. A su vez la complejidad está determinada por la cantidad de conductos que presenta la estructura dental que se va a tratar. Este es el factor más determinante para establecer el precio, porque no todos los dientes tienen la misma cantidad de conductos y en un tratamiento de endodoncia, mientras más conductos tenga un diente su precio es mayor. Esto se debe a que el procedimiento endodóntico tiende a ser más complejo, se utilizan más materiales y se requiere más tiempo para su realización.
Hay dientes que tienen una única raíz, así como un solo conducto pulpar, también, son los dientes de mas fácil acceso para el odontólogo cuando aplica el tratamiento, tal es el caso de los incisivos, ellos requieren menos tiempo, materiales y procedimientos, por ende, su precio es menor que la endodoncia de un molar que presente varios conductos y esté ubicado en una zona de su boca más difícil de trabajar.
Además de estos factores, en el precio del tratamiento también influye el daño que presenta la estructura dental. Si los daños no son muy profundos, tiende a bastar la realización del tratamiento endodóntico y la reconstrucción posterior de la unidad dental, rellenando la cavidad para formar la corona y sellándola.
En algunos casos, la pieza dentaria requiere procesos adicionales que influyen en el coste final. Cuando el diente esta decolorado puede necesitar una carilla, o si está muy dañado colocar un perno de fibra de vidrio para darle estabilidad, todo ello a fin de asegurar su estética y conservación.
Aunque hay quienes consideran que el coste de una endodoncia es alto, esta consideración obvia la relación calidad-precio en términos de la salud buco dental y la estética. De hecho, si comparamos el coste con el de una extracción y la colocación de un implante, el de la endodoncia, a muchas personas les resultará económica.
La endodoncia es un tratamiento confiable y seguro que brindamos en la Clínica Dental Artdenta en Valencia con odontólogos endodoncistas especializados. El procedimiento de endodoncia, como decíamos, básicamente consiste en remover la pulpa enferma del conducto de tu pieza dentaria, para restaurarla y conservarla.
El nombre endodoncia se origina por la combinación del sufijo “endo” que indica ADENTRO y “doncia” que proviene del griego y significa DIENTE. Este procedimiento también es denominado “tratamiento radicular” debido al procedimiento de limpieza los canales dentro de la raíz del diente, llamados conductos. También se le conoce como “matar el nervio”, esta forma popular de decirle a este procedimiento, proviene de una forma incorrecta de llamar nervio a la pulpa.
El tratamiento endodóntico es esencial no solo para preservar el diente afectado, sino también para mantener una buena salud bucodental en general. La erradicación de infecciones y la preservación de dientes naturales ayudan a mantener la alineación dental, la función masticatoria y previenen la propagación de infecciones a otras áreas de la boca y del cuerpo.
Un tratamiento de endodoncia exitoso no solo alivia el dolor y la infección, sino que también mejora significativamente la calidad de vida del paciente al restaurar la función dental completa.
Para entender mejor en que consiste la endodoncia, te vamos a describir en forma sencilla lo que sucede en un diente cuando requiere este tratamiento.
Cuando la pulpa está dañada o infectada es porque la caries progresó hasta el interior del diente (pulpa) y lo infectó.
En consecuencia, tu pieza dentaria tiende a presentar un agujero o cavidad que indica que la caries, que es una infección, llegó al interior.
Esa condición produce al comienzo un dolor constante que aumenta al acostarse y que se activa con el calor más que con el frío.
Luego, a los pocos días genera la sensación de un diente largo y dolor al masticar.
Puede que, si la infección avanzó mucho mas, se produzca un absceso o flemón y exista supuración de pus.
Veamos ahora la anatomía del diente para optimizar la comprensión:
La corona es la parte visible del diente, mientras que las raíces no se ven porque están dentro de la encía.
Las raíces tienen la función de ajustar el diente a la encía y al hueso, hay piezas dentarias con solo una raíz, otras tienen dos o más. Por otra parte, todo diente tiene varias capas o tejidos, si vamos de afuera hacia adentro encontramos que la primera capa es el esmalte que recubre la corona (la raíz tiene una capa similar que se llama cemento).
Debajo del esmalte está la dentina, que es un tejido que recubre la pulpa y da forma a la cámara pulpar. La pulpa dental es un tejido conjuntivo rico en vasos y nervios, por lo que es blando, además es la que le da vida al diente
Cuando la caries penetra el esmalte, avanza hacia la dentina y, si no es eliminada con tratamiento odontológico, tiende a penetrar hasta la pulpa y la infecta. Como la pulpa es un tejido blando que contiene los nervios, su infección tiende a ser muy dolorosa. Si la lesión llega a la pulpa esta se inflama y casi irremediablemente se produce una necrosis, que es la muerte del tejido.
También las lesiones en la pulpa pueden generar lo que se denomina flemón o absceso por la infección. Las lesiones en la pulpa tienden a ocasionar graves daños a la estructura del diente. La endodoncia es un tratamiento odontológico que se realiza con el fin de salvar piezas dentales que han sido gravemente dañadas por lesiones en la pulpa.
El procedimiento consiste en:
Quitar del diente la pulpa dental dañada.
Limpiar el diente y desinfectarlo.
Obturación y sellado de la unidad dental.
Este tratamiento permite que puedan ser saneadas piezas dentales muy deterioradas por la caries y que de otro modo deberían ser extraídas para ser sustituidas por implantes dentales, por lo que su fin es lograr recuperar el diente y evitar la pérdida que ocasionaría una extracción.
Al tratar una infección en su etapa inicial con una endodoncia, se pueden prevenir complicaciones mayores, como infecciones que se propaguen a otras áreas del cuerpo o la pérdida dental que podría desestabilizar la alineación de los dientes restantes.
Una fístula dental es un canal que se forma desde el foco de infección (como un absceso) hacia la superficie de la encía, permitiendo el drenaje del pus. Esta puede ser un indicativo claro de que la infección ha avanzado y que el diente podría necesitar tratamiento endodóntico para eliminar la fuente de infección y cerrar la fístula.
Esta condición no solo causa molestias estéticas y de salud, sino que también puede ser un signo de que el diente necesita una endodoncia para eliminar la infección en su raíz. La endodoncia es crucial para cerrar la fístula al tratar la fuente de la infección, previniendo complicaciones mayores.
Aunque algunos síntomas pueden indicar la necesidad de una endodoncia, como dolor persistente o hinchazón, solo un endodoncista en una clínica dental puede confirmar esta necesidad mediante un examen completo y pruebas diagnósticas.
En Clínica Dental Artdenta, utilizamos las técnicas más avanzadas y tecnología de última generación para asegurar que cada tratamiento endodóntico se realice con precisión y efectividad, minimizando el tiempo de recuperación y maximizando los resultados..
Ahora, como siempre es importante conocer el porqué de los tratamientos y su necesidad, te daremos más datos en relación con esta intervención dental.
La endodoncia es el mejor método para salvar un diente en el que la caries ha lesionado la pulpa. Este tratamiento elimina definitivamente la infección, así como el dolor que puede estar ocasionando.
Generalmente se puede identificar si la pulpa dental esta lesionada porque se presentan los siguientes síntomas:
Dolor espontáneo, sin haber sido provocado por un estímulo.
Sensibilidad al frío o al calor que no se quita de inmediato.
Cambio en la coloración del diente.
Inflamación en la encía en torno al diente afectado.
En caso de haberse producido una necrosis en el tejido de la pulpa, es necesario realizar el tratamiento endodóntico, aún y cuando no se sienta dolor, ya que es importante evitar tanto la infección, como que el diente cambie de color o se ponga oscuro.
La causa más común para que la pulpa se enferme es por el avance de la caries, pero también puede deberse a dientes agrietados, trauma y a veces un tratamiento dental repetido.
Una pulpa dental infectada requiere ser atendida, tanto por el dolor que tiende a producir como por el daño a la salud que puede ocasionar.
Como hemos hablado, la endodoncia es un tratamiento dirigido a conservar una pieza dental, cuya pulpa ha sido infectada, y que consiste en retirar esa pulpa enferma del diente.
Una vez desalojada la infección, se limpian, desinfectan y preparan los conductos radiculares para luego rellenarlos con un material biocompatible que permitirá sellar el diente. Este procedimiento, al restaurar tu estructura dental, tanto estética como funcionalmente, permitirá que el diente pueda seguir realizando su actividad normal. Las endodoncias tienen una tasa de éxito superior al 95%, lo que significa que es un tratamiento confiable para preservar el diente afectado y mantener la salud bucodental a largo plazo.
Primero que debes saber es que el tratamiento no te causará ningún dolor, ya que se anestesia la zona que se va a tratar, así que puedes tranquilizarte porque no es doloroso.
Segundo, y de suma importancia, es que este método es realizado por endodoncistas, es decir odontólogos especializados en este procedimiento, en la Clínica Dental Artdenta en Valencia te brindamos toda la asesoría y el servicio de endondoncia científico, técnico y confiable que necesitas.
Para que tengas muy claro todo el proceso, a continuación, te describimos paso por paso en que consiste este tratamiento.
Muchos de nuestros pacientes han experimentado alivio inmediato y una rápida recuperación tras su tratamiento de endodoncia. Escuchar sus experiencias puede ayudar a otros a sentirse más seguros en su decisión de recibir tratamiento.
Como fase previa a la endodoncia, es fundamental obtener un diagnóstico preciso, en esta fase, nuestro odontólogo especialista realiza una historia clínica, médica y dental, completa sobre tu caso y dos tipos de evaluaciones:
Subjetiva del dolor, en la que explora la intensidad, zonas afectadas, tiempo, factores que lo desencadenan, entre otros aspectos.
Examen dental, que incluye pruebas de diagnóstico para determinar la vitalidad pulpar (respuesta de la pulpa dental al ser aplicado un estímulo). El diagnóstico de las condiciones de la pulpa dental que va a ser tratada, también se apoya en estudios radiográficas para determinar su condición y valorar el estado de toda la pieza dental y sus estructuras
Una vez completada la fase previa de diagnóstico, el endodoncista procede a efectuar el tratamiento, el cual consiste, básicamente, en los siguientes pasos:
Lo primero que hace el profesional especialista es administrar anestesia local para dormir el diente y la zona circundante, de manera de asegurarse que no sientas ningún dolor en el proceso.
Se aísla el diente afectado, colocando un protector, que deja a la vista solo la unidad dental que va a ser tratada, se logra mantener el área esterilizada para el tratamiento, de manera que no pueda ser contaminado por bacterias de la saliva o de otras partes de la boca.
Se elimina el tejido con caries y se efectúa la apertura cameral, es decir, un pequeño agujero a través de la corona en la zona a intervenir, para acceder a la cámara pulpar (donde está la pulpa enferma) y a los conductos radiculares del diente (los conductos en sus raíces). En los molares el pequeño agujero de acceso se practica en la superficie masticatoria y en los dientes por su parte de atrás.
A continuación, el endodoncista procede a eliminar la pulpa enferma y los nervios con instrumentos especiales para este proceso. En este paso se limpian minuciosamente tanto la cámara pulpar, como los conductos, removiendo todo el tejido dañado y la infección. Como la pieza dental esta anestesiada, este proceso no causa ningún dolor
Luego de eliminar la pulpa enferma, se continúa con la desinfección de los espacios resultantes en el interior del diente, ya vacíos. Es decir, con sustancias antisépticas se eliminan todas las bacterias, esterilizando completamente los canales radiculares.
En este paso se conforma el interior del diente, es decir se la da una forma cónica adecuada para asegurar la completa desinfección. En este paso se prepara el diente para lograr una obturación exacta, es decir que el canal se rellene perfectamente con el material biocompatible.
Esta es la fase conclusiva del tratamiento, tiene como objetivo sellar los conductos, lo que se conoce como obturación, de esta manera se cierra todo acceso de bacterias a los conductos. Para este paso fundamental nuestra clínica dental emplea empastes que se adaptan perfectamente a las características del canal y diente.
Este paso sella completamente la apertura que se realizó en la corona, Mediante un empaste temporal o permanente se sella la el diente, si el empaste es temporal deberás volver pronto – máximo una semana- para la restauración mediante el relleno permanente, para un sellado total y seguro.
El especialista podría indicar un antibiótico para la prevención de la infección o para reforzar la intervención endodóntica ya practicada. También te puede indicar algún analgésico, aunque los efectos secundarios son mínimos, para calmar alguna molestia.
Aunque el endodoncista monitorea y controla todo el proceso, al finalizar siempre es importante revisar los resultados del procedimiento. Posteriormente y para garantizar toda tu salud dental, debes mantener un chequeo global y rutinario en forma regular, para ello se recomienda visitar al dentista por lo menos una vez al año.
La duración de la endodoncia, al igual que su precio, es variable. De las características particulares de la estructura dental y de la cantidad de conductos que posea depende el número de sesiones, el tiempo de cada una y el lapso total del proceso.
Después de una endodoncia, es crucial seguir las instrucciones de cuidado proporcionadas por el dentista para asegurar una recuperación adecuada. Esto incluye evitar masticar alimentos duros en el diente tratado, mantener una buena higiene oral, y acudir a las citas de seguimiento para evaluar el éxito del tratamiento. El cuidado adecuado post-endodóntico es vital para prevenir infecciones recurrentes y garantizar la longevidad del diente tratado.
Para que tengas una idea general, los especialistas estiman que el tiempo promedio en el que se realiza una endodoncia fluctúa entre los 45 y 90 minutos y 2 sesiones. Sin embargo dependiendo de la dificultad del caso, si hay inflamación, absceso y otros factores es posible que algunos tratamientos requieran de 2 a 3 sesiones o un poco más de tiempo por cada sesión.
La endodoncia puede durar toda la vida. Con un correcto cuidado y una higiene dental adecuada, luego de una intervención de endodoncia realizada rigurosamente, sin complicaciones y logrando una restauración segura, tu diente tratada mediante endondoncia será permanente.
En este sentido, debes aplicar las mismas atenciones de revisión periódica, higiene y buen trato que merece toda tu boca. En especial, porque las piezas endodonciadas también pueden sufrir caries, solo que como el diente queda insensibilizado no se sentirá si una caries aparece, por lo que la visita regular al dentista se hace tan importante.
Después de una endodoncia, es crucial seguir las instrucciones de cuidado proporcionadas por el dentista para asegurar una recuperación adecuada. Esto incluye evitar masticar alimentos duros en el diente tratado, mantener una buena higiene oral, y acudir a las citas de seguimiento para evaluar el éxito del tratamiento. El cuidado adecuado post-endodóntico es vital para prevenir infecciones recurrentes y garantizar la longevidad del diente tratado
Cuando la pulpa dental se encuentra afectada, la única opción alternativa es la extracción del diente. Este procedimiento implica la pérdida de la pieza y la necesidad de colocar un implante o un puente para sustituirla.
El reemplazo del diente se requiere para poder restablecer la masticación y evitar el desplazamiento de los dientes cercanos.
Muchas veces la extracción implica cirugía, procedimientos dentales en los dientes sanos que tiene al lado, resultando en un costo mayor de tiempo y dinero.
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]]>La entrada Dentadura postiza: Precio, tipos, cuidado prótesis removible se publicó primero en Dentista en Benimaclet, en Valencia cerca de Viveros.
]]>Precisar con exactitud el precio definitivo de una dentadura postiza es un tanto complejo, puesto que se trata de un proceso que implica la debida evaluación de la persona y sus condiciones bucales por parte de un dentista profesional, la información y valoración de las diferentes alternativas para la elaboración de la prótesis, considerando los materiales disponibles, técnicas y métodos aplicables.
Por lo cual, una forma de estimar la inversión económica que requerirá el hacernos de una nueva dentadura, se trata de conocer de manera general los principales aspectos relacionados con las dentaduras postizas y los tratamientos disponibles en el mercado para abordar la estética facial y dental. A continuación explicaremos someramente estos temas a fin de familiarizarnos con las implicaciones de las diversas alternativas existentes. Para nuestra clínica dental, dar la suficiente información a nuestros pacientes, es una prioridad. Es esencial considerar no solo el costo económico, sino también cómo la elección de materiales y técnicas puede influir en la salud bucodental a largo plazo.
Una dentadura postiza es la prótesis diseñada para la sustitución de aquellas piezas dentales faltantes y sus tejidos adyacentes, como la encía y en algunas oportunidades incluso el hueso maxilar o de la mandíbula; esto puede ser necesario debido al desgaste ocasionado al hacer uso de las encías para ablandar los alimentos ante la ausencia de los dientes. Por lo general las dentaduras postizas, reemplazan la mayoría o todos los dientes pertenecientes a la arcada dental superior e inferior. Estas prótesis no solo restauran la función masticatoria y mejoran la estética facial, sino que también juegan un papel crucial en la prevención de problemas como la pérdida ósea y el deterioro de las encías.
Este tipo de tratamiento data de muchos años atrás, tenemos información de que, ya en el 800 A.C. los “dentistas” etruscos ofrecían el reemplazo de los dientes deteriorados por piezas especialmente talladas por ellos, generalmente en hueso o marfil. También, en algún momento de la edad media se llegó a recolectar los dientes de los cadáveres o soldados caídos en las guerras para realizar implantes a las personas de las más altas esferas sociales.
Más adelante, durante la revolución francesa con el trabajo colaborativo del farmacéutico parisino Alexis Duchateau y el dentista Dubois de Chèmant, idearon la creación de las piezas dentales de porcelana, elaborados en prótesis de un solo bloque de este material, y que antecedería el trabajo de Giuseppangelo Fonzi, quien fue pionero en la elaboración de piezas dentales de minerales fabricadas de manera individual y unidas sobre una base metálica.
En la actualidad la elaboración y colocación de las prótesis dentales ha evolucionado considerablemente en cuanto materiales, técnicas especializadas y medidas sanitarias. Entre los materiales más utilizados están: la resina, el metal y la porcelana o cerámica. Cada material tiene sus ventajas y desventajas en términos de durabilidad, apariencia y cómo afectan la higiene bucal y la salud de las encías.
La resina en acrílico es un material de alta calidad, sumamente resistente, duradero, que brinda estabilidad y baja absorción de fluidos bucales; es maleable al momento de su fabricación, se deja recortar y pulir cómodamente, recobra su brillo original, no tiene sabor ni olor, y gracias a su color translucido y natural, puede adecuarse a los diversos pigmentos naturales de cada persona, en oportunidades se combina esta resina con bases de metal.
En cuanto a los metales, utilizados principalmente como soporte de las piezas y en incrustaciones que fortalecen el proceso de masticación, se encuentran las aleaciones de cromo-cobalto, cromo-níquel, y entre otros metales más sofisticados y costosos como paladio-plata, el titanio, disilicato y el circonio.
Por otra parte, la porcelana sigue siendo muy utilizada, sus cualidades de dureza y rigidez; así como su capacidad para producir dientes artificiales de hermosa apariencia muy similares a los dientes naturales, sigue siendo muy apreciada para lograr prótesis dentales duraderas y de gran valor estético.
Entre estas opciones la resina resulta uno de los materiales más accesibles y económicos tanto para prótesis removibles como para los dientes acrílicos que se emplean en las restauraciones.
Básicamente existen dos tipos de dentaduras postizas, ambas removibles:
De carácter convencional, en la que, para su colocación se extraen todas las piezas dentales y se espera un mes aproximadamente para colocarla, a fin de esperar una adecuada cicatrización.
También llamada prótesis esquelética, en la cual no todos los dientes son extraídos, y está diseñada para reemplazar armoniosamente aquellas piezas faltantes, apoyándose en la porción de la dentadura que se conserva en buen estado, mediante el uso de alambres o una estructura metálica.
Morfológicamente, es decir según su forma, se habla de prótesis dental mucosoportada y mucodentosoportada:
Son las que el ciudadano medio conoce como típicas dentaduras postizas. Aquellas que se adhieren en forma directa sobre la encía y el hueso maxilar.
Es aquella prótesis que se sujeta mediante unos alambres que rodean las piezas dentales conservadas.
Además, debe decirse que gracias a los avances científicos y las innovaciones en materia dental, también existen las llamadas prótesis fija o removibles sobre implantes dentales, también denominadas implantosoportadas:
Como su nombre lo indica este procedimiento requiere de la inserción de una pieza metálica, generalmente de titanio, que se incrusta en el hueso maxilar a fin de hacer la función de la raíz del diente, y sobre el cual puede anclarse o atornillarse la prótesis dental.
Entre las ventajas de esta opción debe decirse que la persona experimenta una mayor adaptabilidad a la dentadura, se siente más segura y estable en la boca, mejora su poder de masticación y deja libre el paladar de modo que se pueden saborear mejor los alimentos.
Sin embargo, también debe mencionarse que se debe esperar un tiempo prudencial para que el implante dental quede totalmente unido al hueso, y el éxito del procedimiento dependerá de que la persona posee una buena base ósea, de lo contrario deberá aplicarse alguna técnica de injerto de hueso antes de insertar el implante dental.
Como todo artículo personal de uso cotidiano, las dentaduras postizas requieren de cuidado, mantenimiento y adecuados procedimientos para una limpieza e higiene correcta (Mantener una dentadura postiza limpia es crucial para prevenir infecciones, mal aliento y enfermedades de las encías, lo que contribuye a una mejor salud bucodental general), para ello se deben considerar las siguientes sugerencias:
Extraer la dentadura y lavarla después de cada comida, para ello puede usar un cepillo dental convencional o uno especializado para prótesis dental.
Aplicar jabón o cualquier tipo de lavavajillas líquido sobre la dentadura y limpiarla suave y profundamente con el cepillo dental.
Retirar el jabón con abundante agua.
No use palillos cuando tenga colocada una dentadura postiza.
La dentadura postiza se debe retirar al dormir y también, al menos una hora al día, a fin de permitir el descanso de la presión que ejerce la misma sobre la encía y estimular el flujo sanguíneo. Mientras esté fuera de la boca, debe mantenerse sumergida en agua sola o añadiéndole unas pastillas desinfectantes especialmente diseñadas para eso, de esta manera se conservan sus materiales.
Evitar masticar alimentos muy duros y pegajosos que interfieran y amenacen la sujeción correcta de la dentadura postiza.
Desde nuestra clínica, siempre sugerimos el no usar pastas dentífricas para asear la dentadura postiza, ya que puede opacarle el color y promover un desgaste que altere su brillo y su contextura original, provocando porosidad que facilitará la proliferación de bacterias y gérmenes que pudieran generar sarro y placas bacterianas.
Como una observación adicional en caso de utilizar una prótesis fija sobre implantes dentales, es importante recordar que adicional al aseo diario, se debe asistir con regularidad a un dentista especialista para que la desatornille y realice una limpieza completa de la misma. Esta visita también será útil para chequear las condiciones de los implantes dentales y comprobar que todo vaya muy bien con su salud bucal.
Se debe tener en cuenta que una correcta rutina diaria de higiene para la dentadura postiza, y de la boca, resulta fundamental si se quiere evitar consecuencias desfavorables y disfrutar por un tiempo prolongado de una prótesis en óptimas condiciones.
Una limpieza débil o irregular dará lugar a una acumulación de algunos restos de alimentos, y por ende, a la subsiguiente proliferación de bacterias, aparición de mal aliento, sarro, placa, encías inflamadas, y en el peor de los casos, infecciones que requieran un tratamiento especializado.
Por muy anatómicos, adaptables y novedosos que puedan ser los materiales utilizados en la elaboración de las prótesis dentales, debe entenderse que, de cualquier manera, se trata de un accesorio no natural dentro de la cavidad bucal, y que por tanto requiere de un proceso de ajuste con las diferentes partes que la conforman y la progresiva adaptación de la persona a su uso habitual. Entretanto, es recomendable estar consciente que se debe lidiar con algunas dificultades, entre ellas las siguientes:
Con una dentadura postiza no se debe masticar alimentos duros ni de consistencia viscosa y adherente, ya que se puede despegar o mover durante el proceso.
Se necesita un tiempo de adaptación tanto para hablar correctamente, ya que para pronunciar algunos sonidos se requiere fijar o colocar la lengua en paladar y los dientes, situación que se corregirá en pocas semanas.
Requiere igualmente de un proceso de adecuación al masticar los alimentos, la percepción y ubicación de los movimientos de la lengua hacia al paladar y los dientes es diferente, para ello es necesario aprender a masticar simultáneamente de los dos lados, y no de uno sólo, así, experimentarás mejoría, rápidamente.
En un principio se podrá percibir la sensación de poseer un cuerpo extraño en la boca, esto se irá desapareciendo paulatinamente.
Incrementará la salivación, en un breve periodo de tiempo tendera a estabilizarse la misma.
Inicialmente, y en ocasiones puede morderse las mejillas y la lengua, ya que anteriormente la cavidad bucal no poseía piezas dentales y se habituaba a mover la lengua libremente dentro de la boca, para ello paciencia, con un poco de práctica y costumbre esa situación se corrige.
La dentadura postiza está diseñada para personas que por causas de edad, accidentes u otras condiciones en su salud bucal, han perdido todas o la mayoría de las piezas dentales tanto de la arcada superior, la inferior o de ambas y que por razones de salud, ausencia total o parcial del hueso en su altura y amplitud, por la edad o por aspectos económicos no se les puede insertar implantes dentales.
Asimismo, se le atribuye ventajas estéticas ya que sustituyen los dientes faltantes, el hueso y los tejidos de las encías, son más fáciles de limpiar, su mantenimiento y durabilidad es más extenso que los implantes dentales, es ideal para personas cuya condición les impide cepillarse los dientes, son adaptables y ante la pérdida o deterioro de una o más pieza, su diseño permite el cambio o la restauración de la misma, además son económicamente especialmente accesibles.
Ahora bien, los implantes dentales, poseen ventajas en relación a la adaptabilidad, tanto para masticar como para hablar, así mismo en relación a la estética, cabe mencionar que su estructura es más cercana a la real, por lo que se aprecia como más natural. El implante dental está diseñado para personas que carecen de una o varias piezas, reemplazando cada una de éstas, siempre y cuando posean el sustento óseo en perfectas condiciones así como el tejido que recubre la encía, además se deben considerar los aspectos presupuestarios, ya que tienden a ser más costosas que la dentadura postiza.
También, es necesario recordar que los implantes dentales favorecen la colocación de una prótesis anclada o atornillada a estas piezas metálicas, resultando muy beneficiosas en cuanto a estabilidad de la dentadura postiza en la boca, eliminando los riesgos de moverse o desplazarse, y dándole mayor seguridad y confianza a la persona en el uso cotidiano de sus dientes.
Hoy en día, soluciones como los Implantes de Carga Inmediata han hecho que sea una de las mejores opciones, al eliminar la barrera tiempo, siendo habitualmente el precio, la causa de que un paciente no elija esta opción.
Como ya lo hemos visto el precio final de una dentadura postiza estará condicionado por diversos aspectos, tales como el tipo de prótesis elegida, los materiales preferidos, y los diferentes tratamientos o procedimientos que deban seguirse para su colocación. En ese sentido, se debe tener claro la siguiente información:
La cantidad de piezas dentales que se deben suplir con la prótesis incide en el precio del trabajo, ya que una mayor cantidad de piezas dentales requiere lógicamente más material y tiempo de dedicación en la elaboración estética y funcional de la dentadura.
En cuanto a los materiales la opción más accesible suelen ser las prótesis dentales fabricadas en resinas acrílicas.
En las dentaduras postizas esqueléticas fundamentadas sobre una base metálica, tiene una notoria incidencia el tipo de metal que se utiliza, recordemos que alternativas como el titanio, disilicato, paladio, plata o circonio, son más costosas que el níquel, cromo o cobalto.
Los tratamientos de implantes, extracciones de piezas dentales o restauraciones de coronas o dientes deteriorados, con frecuencia son necesarios para un buen soporte y ajuste de la prótesis en la boca, y también inciden en una cotización más alta del presupuesto requerido.
En el caso de las dentaduras soportadas sobre implantes dentales debe considerarse que se requerirá un promedio de 4 a 8 implantes de tornillos metálicos insertado en el hueso maxilar, esto dependerá de la cantidad de dientes que se reemplazarán con la prótesis, y por supuesto la cantidad total de implantes colocados repercute en el costo total.
Además, debe evaluarse las condiciones de la estructura ósea del paciente, ya que en muchos casos requiere de una intervención quirúrgica previa para insertar hueso nuevo y lograr una base fuerte que soporte el implante dental, esto es un procedimiento que también eleva el precio final.
De cualquier modo, desde nuestra clínica, estimamos que el diseño y fabricación de una buena dentadura postiza corresponde a un servicio personalizado, que beneficiará ampliamente nuestras condiciones generales de salud, bienestar integral, y por ende, repercutirá en una mejor calidad de vida. En ese sentido, más que un gasto superfluo es una inversión necesaria para la que debemos elegir lo mejor y lo más conveniente.
En nuestra clínica Artdenta, podemos asesorarle según sus necesidades personales, y guiarle en la selección de la alternativa más favorable para usted, ajustándose a las posibilidades de su presupuesto. No dude en comunicarse con nosotros, plantear todas sus interrogantes y despejar cualquier duda en relación a este tema, gustosamente le atenderemos.
Puedes pedir información sin compromiso llamando al 963 693 329 – 671 962 101. Nos encontrarás en Avda. Primado Reig, 137. Benimaclet, Valencia.
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]]>La entrada Atricción dental. Causas. Clasificación. Tratamiento se publicó primero en Dentista en Benimaclet, en Valencia cerca de Viveros.
]]>La atrición dental es el desgaste progresivo de los dientes causado por el contacto entre ellos durante la masticación y el bruxismo, lo cual puede afectar la salud bucodental. Esta fricción entre la parte superior de los dientes, llamada cúspide, produce una erosión gradual en el esmalte de los dientes, que lo desgasta de manera lenta y constante. La atricción se evidencia con mayor fuerza en personas mayores, sin embargo, ocurre en personas de cualquier edad, y dependiendo de la dieta y los hábitos del individuo, la atricción puede ser más o menos evidente. Esta es particularmente más notable de lo normal en las personas con bruxismo.
La atrición dental no solo afecta la estética de la sonrisa sino que también puede llevar a problemas serios de salud bucodental como la sensibilidad dental, caries y problemas de mordida.
La atricción dental es un tipo de desgaste dental, específicamente aquel que ocurre a largo plazo. Por lo tanto, la atricción ocurre en término de varios años, a pesar de que existe factores que pueden acelerar este proceso. Comprender estas etapas es crucial para identificar problemas tempranos y tomar medidas preventivas que mantengan la salud bucodental. Cada desgaste puede comprometer la estructura del diente, aumentando el riesgo de caries y otras complicaciones que afectan la salud bucodental.
La etapa inicial existe cuando el desgaste se limite al esmalte dental, y todavía no ha alcanzado una capa más profunda en el diente. El esmalte es la capa protectora que tiene cada diente, hecha de un material grueso, transparentoso y resistente. El desgaste en la etapa inicial está dado por masticación habitual de alimentos o por un bruxismo leve.
Esta etapa inicia cuando ya el esmalte dental tiene huecos o se encuentra casi por completo corroído, dejando expuesta a la dentina del diente. La dentina es la capa subyacente al esmalte, es blanda y se desgasta con facilidad. En esta etapa inician los síntomas, dejando a la persona expuesta con una mayor sensibilidad en los dientes e incluso un cambio en la anatomía de estos, tomando una apariencia más plana en sus cúspides o superficies de masticación.
Esta etapa es la más severa y es extremadamente raro verla en personas jóvenes e incluso en personas de la tercera edad con buenos hábitos dentales. Cuando se cuenta con una buena rutina de higiene y salud dental, es poco probable alcanzar esta etapa incluso durante la vejez. Durante esta etapa la dentina puede estar casi corroída por completo, provocando dolor en la persona, problemas para masticar, una estética empobrecida y vulnerabilidad a las infecciones.
Identificar cada etapa a tiempo puede ayudar a prevenir problemas mayores como infecciones y pérdida de dientes, manteniendo así una buena salud bucodental.
La atricción dental en la etapa inicial es difícil de reconocer, y solo el odontólogo es capaz de identificar, durante una revisión, un caso leve de atricción dental.
La superficie de masticación de los dientes cuenta con una serie de cúspides, las cuales tienen como función facilitar la trituración y corte de los alimentos. Durante la masticación, la superficie de estas cúspides es la que se ve más afectada, ya que es la zona en contacto directo con los alimentos. Durante el desgaste dentales, las cúspides no están puntiagudas, sino redondeadas o planas. Mientras más grave es la atricción, más plana se tornan las cúspides de los dientes.
Los dientes proyectan una cierta altura debido a la forma que tienen las cúspides. Cuando estas se redondean y luego se aplanan por la atricción, el diente pierde altura.
La transparencia de bordes ocurre en los dientes anteriores, los incisivos. Estos dientes se vuelven transparentes en sus bordes distales, debido a la atricción dental, obteniendo un aspecto traslúcido.
Cuando la atricción dental es severa, los dientes pueden desgastarse incluso hasta deformarse, cambiando su forma y su tamaño.
La sensibilidad dental inicia gracias a la ausencia del esmalte dental, capa encargada de proteger los dientes del las amenazas externas, como el frío o calor excesivo, los ácidos y los alimentos pegajosos. Cuando el esmalte desaparece por la misma atricción, se experimenta sensibilidad dental, y la persona siente incomodidad e incluso dolor cuando se reciben golpes, frío o calor. La sensibilidad dental puede llevar a una disminución en la calidad de vida del paciente, afectando su capacidad para disfrutar ciertos alimentos y bebidas.
En ausencia del esmalte y en casos avanzados de atricción dental en los que la dentina ya se encuentra afectada, existe proximidad a la pulpa dental, parte central y más profunda del diente, donde se encuentran los nervios y los principales vasos sanguíneos. Esta proximidad aumenta tanto la sensibilidad, que la misma provoca dolor al masticar, se manifiestan problemas en la articulación temporomandibular y se experimentan dolor con los cambios de clima muy bruscos. Este dolor puede llevar a una disminución en la función masticatoria, impactando negativamente la nutrición y la salud general del paciente.
La atricción dental, al afectar la anatomía de los dientes, en especial las cúspides de estos, puede cambiar la forma en que encajan los dientes entre sí.
Se le denomina así a la atricción dental ocasionada por el desgaste natural dado por la masticación ejercida a lo largo de la vida. Este tipo de atricción ocurre en todas las personas.
Este tipo de atricción no ocurre de un día para otro. Es progresivo y lleva años en desarrollarse, para pasar de una fase a otra.
Este tipo de atricción es habitual y más evidente en adultos mayores, en los cuales la atricción ya se encuentra en etapa intermedia o severa. La atricción fisiológica no suele presentarse en personas jóvenes con buena salud dental e higiene bucal, ya que, el esmalte dental es una capa tan resistente que, para degradarla significativamente por medio de la masticación diaria, se requieren décadas.
La atricción fisiológica no afecta más el lado izquierdo o el derecho, pero el mayor desgaste suele presentarse en los dientes molares y premolares. Sin embargo, todos los dientes sufren desgaste del esmalte y las cúspides se descargan de manera equilibrada
La atricción fisiológica por lo regular no dificulta la masticación o la apariencia de los dientes hasta que alcanza una fase muy avanzada.
La atricción dental patológica ocurre de manera agresiva y se trata de un desgaste excesivo, muy acelerado de los dientes, que ocurre de manera repentina gracias a factores externos o condiciones específicas que incrementan la fricción de los dientes entre sí. Este tipo de atricción es severa y puede dejar consecuencias negativas en los dientes.
El desarrollo de la atricción y su llegada a la fase más severa puede ocurrir en el espacio de un año e incluso unos meses, dependiendo de las causas de la atricción patológica. Las cúspides y los bordes de los incisivos se van desgastando hasta perderse, dejando superficies planas y desgastadas.
Debido al desgaste, los dientes se aplanan de manera anormal ante la desaparición de sus cúspides. Esta es una consecuencia de la atricción fisiológica, pero puede observarse en personas de la tercera edad, lo que significa que se requieren muchos años para aplanar los dientes por desgaste. La atricción patológica puede ocasionar esto en mucho menos tiempo.
Si la presión y el desgaste de los dientes es muy exagerado, estos pueden romperse y presentar grietas, denominadas fisuras o fracturas. Esto se ve en pacientes cuya atricción es un resultado del bruxismo.
En la atricción patológica, el esmalte dental se degrada rápidamente y se degrada mucho más que en una atricción fisiológica, ocasionando una sensibilidad dolorosa en la persona ante los estímulos térmicos y la masticación.
El esmalte dental es una capa protectora, cuyas características varían. Las personas pueden tener un esmalte dental naturalmente debilitado y delgado, como resultado de la herencia genética que han obtenido de sus progenitores. Las personas que por genética tienen un esmalte dental más débil, son más susceptibles a la sensibilidad dental y a la atricción dental.
Hay personas que naturalmente cuentan con dientes demasiado planos o con cúspides muy altas. Cualquiera de las dos condiciones influye directamente en la magnitud de la atricción dental, empeorándola.
Existen condiciones genéticas hereditarias, tal como la amelogénesis imperfecta, que pueden cambiar la composición del esmalte durante su formación, y hacerlo más débil y vulnerable ante la atricción dental.
El bruxismo es el mal hábito de rechinar los dientes de manera inconsciente a lo largo del día. Las personas con bruxismo lo realizan como un método de filtración del estrés o tensión al que están sometidos. El bruxismo es una de las principales causas de atricción dental, ya que ejerce fricción innecesaria entre los dientes, que los va desgastando con rapidez.
Masticar bolígrafos, hielo o uñas representa un uso innecesario y forzado de los dientes en actividades que son antinaturales, puesto que no son un tipo de alimentación. La masticación de este tipo de objetos acelera el desgaste y empeora los efectos de la atricción dental. El desgaste dado por masticar objetos duros puede ser muy localizado, siendo más evidente en el lado de la boca y los dientes con los cuales se practicaba más la masticación de estos objetos.
La maloclusión es un problema de carácter dental, en el cual los dientes no encajan correctamente entre sí. Este desencaje provoca una fricción anormal entre dientes que no se corresponden entre sí y son desiguales. Este contacto puede ser excesivo en algunas áreas y entre algunos dientes, provocando una atricción más rápida en aquellos dientes que reciben la mayor cantidad de presión.
La masticación unilateral por lo general es un mal hábito y conduce a un desgaste excesivo de un solo lado de la dentadura. Este hábito, además de producir una atricción desigual y no uniforme, también puede alterar el equilibrio facial, marcando más la mandíbula de un solo lado.
Una persona que, junto con el bruxismo, también sufra de condiciones psicológicas y neurológicas, y se encuentre expuesto a mucho estrés y ansiedad, puede intensificar el bruxismo y agravar la atricción dental. Un ejemplo de esto es la enfermedad de Parkinson, la cual también pueden causar bruxismo y aumentar el riesgo de desgaste dental.
La disminución de la producción de saliva afecta directamente a la lubricación de los dientes, la cual es necesaria para mantener a la boca protegida de los alimentos ácidos, la acumulación de bacterias y la fricción dental. La xerostomía provoca vulnerabilidad en los dientes ante la erosión, acelerando el proceso de atricción dental y empeorando sus consecuencias.
Este tipo de trastornos expone a los dientes ante los ácidos gástricos. Los dientes no son estructuras capacitadas para soportar la acidez de este líquido, como el estómago. Cuando quedan expuestos y entran en contacto, el ácido inicia un proceso de corrosión que va avanzando rápidamente a medida que se prolonga el tiempo de exposición de los dientes. Esta corrosión va desgastando el esmalte dental causando una atricción patológica.
Dado que la atricción dental es un proceso natural, durante las consultas se buscan signos de atricción dental patológica, es decir, un desgaste rápido y anormal de los dientes en relación con la edad del paciente. Durante la examinación visual y física, el odontólogo, con ayuda de la luz auxiliar y el explorador dental, examina el estado de los dientes en busca de los siguientes signos:
Los dientes posteriores, que son los encargados del trabajo más pesado de la masticación y cuenta con dos o tres cúspides, pueden notarse aplanadas o ligeramente redondeadas.
Se examina la longitud de los dientes incisivos. Cuando el diente ha perdido longitud por desgaste, puede verse el borde del diente irregular y dentado, en lugar de liso.
La dentina del diente puede estar expuesta en casos avanzados de atricción dental. La dentina se ve como una zona amarillenta o marrón bien delimitada y opaca.
Se revisa la historia dental del paciente y sus antecedentes en enfermedades y condiciones dentales. Son de especial interés los trastornos de la ATM, la xerostomía, el reflujo gastroesofágico, el bruxismo y los hábitos en la mordida.
Adicionalmente, se examinan los hábitos dietéticos del paciente y la cantidad de alimentos duros que suele consumir en su dieta, ya que estos influyen directamente en la rapidez con la que progresara la atricción dental.
Las radiografías, en un posible caso de atricción patológica, pueden relevar si existe una perdida de esmalte y si, en consecuencia, la dentina se ha expuesto y en que medida lo ha hecho.
Se utilizan en casos específicos de una atricción severa, ya que este examen revela información muy precisa acerca del estado de la estructura interna del diente, el grado de la reabsorción ósea y si existen alteraciones en la ATM relacionados con bruxismo o maloclusiones.
Es una impresión 3D de los dientes que sirven para examinar detalladamente la mecánica de oclusión del paciente y determinar entre que dientes se encuentran los puntos de contacto prematuros, que ocasionan el desgaste dental.
Más que un estudio, es una serie de imágenes que se toman cada cierto tiempo al paciente, para evaluar la progresión o mejoría de la atricción dental a lo largo del tiempo. Estas permiten llevar un registro evidenciado del caso y explicar de forma más sencilla al paciente su diagnóstico.
Los empastes se utilizan cuando el desgaste está en fase inicial o intermedia y no existe un daño grave en el diente. Se trata de una restauración de la anatomía original del diente, hecha con resina compuesta. La parte del diente que más se restaura con los empastes son las superficies oclusales (donde se localizan las cúspides) y los bordes de los dientes incisivos (pueden tener un borde irregular dentado debido al desgaste).
Las coronas se utilizan cuando el desgaste es severo y se encuentra en fase final, en la cual el esmalte dental ya tiene daños graves y la dentina está siendo o ha sido afectada. Para colocar una corona debe someterse al diente a un proceso de desgaste profesional, realizado con un ultrasónico dental. Luego de desgastar el diente, se coloca la corona encajándola dentro del diente natural. Esta puede estar hecha de porcelana o cerámica, los materiales más populares debido a su larga durabilidad.
Las carillas pueden aplicarse en los dientes que tienen un desgaste moderado. Estas son láminas muy finas, hechas de porcelana o resina, que se pega al diente, después de haber emparejado el esmalte dental que se encuentra degradado debido a la atricción.
Las férulas o protectores bucales son dispositivos hechos a la medida que se ajustan a toda la dentadura, protegiéndola de la presión a la cual está expuesta durante el rechinamiento de los dientes. Estos protectores protegen el esmalte de seguirse degradando, previene también los síntomas del bruxismo, como el dolor en la mandíbula y la disfunción de la ATM.
Si la atrición es provocada por una maloclusión de los dientes, que ejerce un contacto excesivo e irregular entre estos, se recurre a la ortodoncia. La ortodoncia es un tratamiento correctivo, donde se modifica la posición de los dientes a través de ejercer presión en estos. Los dientes son llevados a la posición más adecuada para su correcto funcionamiento, donde no exista un contacto irregular entre estos y la masticación no implique un desgaste exagerado de las superficies dentales.
Para evitar que la atricción progrese, deben modificarse algunos malos hábitos.
Debe evitar morder objetos duros, entre estos el hielo, las uñas o los lápices, con el objetivo de no añadir un desgaste mecánico adicional a los dientes.
Debe evitar masticar de un solo lado de la boca, ya que esto concentra la atricción de forma desigual a lo largo de la dentadura.
Debe controlar el estrés para reducir las posibilidades de hacer un rechinamiento inconsciente de los dientes como método de regular el estrés. Aunque no todas las personas que rechinan los dientes tienen bruxismo, realizar esto cuando se está bajo altos niveles de ansiedad y estrés durante largos periodos es común, y puede a la larga desarrollar un problema real de bruxismo dental.
Un mantenimiento correcto y riguroso de la higiene bucal es capaz de prevenir la atricción patológica y aguda, aunque no la atricción fisiológica, la cual es un proceso natural e inevitable.
El cepillado debe ser mínimo dos veces al día, utilizando un cepillo de cerdas suaves y pasta dental fluorada. El movimiento del cepillo debe ser circular alrededor de cada diente, evitando cepillarlos de manera agresiva y rápida, técnica que hace más daño que bien, ya que desgasta el esmalte dental.
Su empleo es de vital importancia, para lograr remover correctamente todo el sarro, masa de bacterias capaz de corroer el esmalte dental y empeorar la atricción.
El enjuague bucal es un complemento luego de finalizar la limpieza de los dientes, que permite la remanencia de un efecto protector, que ralentizara la adhesión de bacterias en los dientes y creará una capa protectora sobre el esmalte dental.
Las revisiones mensuales o semestrales son necesarias para poder llevar un control y chequeo periódico del estado en el que se encuentra la salud dental. Se recomiendan chequeos cada seis meses, pero esta frecuencia puede cambiar según el caso de cada paciente. Los exámenes dentales permiten identificar la atricción dental y la fase en la que se encuentra, recibir instrucción del odontólogo acerca de como ralentizar el desgaste y explorar la causa cuando la fase de la atricción es avanzada y el desgaste severo.
El bruxismo es una de las causas principales de la atricción dental patologica, por lo que es parte clave de la prevención de la atricción. Una persona que desarollo bruxismo es más vulnerable ante la atricción que una que no. Para evitarlo, se pueden utilizar ferulas o llevar un buen manejo del estrés, de modo que este no impacte negativamente en los habitos de la persona.
La forma más directa de favorecer la salud bucal a través de la dieta cuando la persona se encuentra en una edad mayor, es limitando el consumo de azúcares.
Las azúcares, al masticarse y dejar remanentes de comida en la boca, son el alimento idóneo para las bacterias. Durante su descomposición, producen ácido, que en elevadas cantidades, sirve como soporte para la adhesión de bacterias, que van debilitando el esmalte dental poco a poco, colaborando a la atricción.
Los alimentos ácidos, como cítricos, refrescos y vinagres, debilitan el esmalte naturalmente a través de la corrosión, haciéndolo más vulnerable al desgaste durante la masticación.
los caramelos, frutos secos o paletas pueden causar desgaste en los bordes de los dientes incisivos con facilidad, acelerar la atricción a través de la fricción con el esmalte e incluso crear microfracturas.
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]]>Una tronera dental es un espacio triangular situado entre dos dientes adyacentes, que en una persona saludable está ocupado por la encía, específicamente por la papila interdental. Este espacio se encuentra por debajo del punto de contacto entre los dientes y se extiende hacia la encía. La tronera dental existe por debajo del punto de contacto de sus superficies lateral y por encima de la papila gingival. La tronera dental no debe verse, ya que solo es visible en casos específicos, como dientes mal alineados, dientes con recesión gingival y dientes mal restaurados. Una tronera visible puede ser una señal de problemas de salud bucodental, como gingivitis, periodontitis, o recesión gingival, que requieren atención profesional.
Una tronera saludable permite evitar la acumulación de sarro y la recesión de las encías, da un aspecto saludable y natural a las carillas y coronas dentales, promueve la distribución equitativa de las fuerzas masticatorias en todos los dientes y permite que los dientes, a medida que se desarrollan, se vean uniformes y la sonrisa bien estructurada.
La tronera dental tiene forma de triángulo, cuya base se orienta hacia la encía (hacia abajo) y el vértice apunta hacia el área de contacto entre los dos dientes adyacentes que forman la tronera (hacia arriba). La tronera existe de esta forma para poder permitir la adaptación y acoplamiento de la papila interdental dentro de la tronera, como forma de protección contra la acumulación de placa en el borde de los dientes. Cuando este espacio no está correctamente ocupado por la papila interdental, la acumulación de placa puede llevar a enfermedades periodontales, provocando una recesión gingival y, eventualmente, la pérdida de dientes. Adicionalmente, el tamaño de la tronera cambia de paciente en paciente, y este depende del alineamiento de los dientes, su forma, tamaño y nivel de salud. La tronera en todos los casos tiene que ser imperceptible.
La tronera está ubicada en el espacio interproximal, un espacio delimitado por los bordes laterales de los dos dientes adyacentes que conforman esa tronera dental. La tronera está por encima de la papila interdental y por debajo del punto de contacto de esos dos dientes contiguos.
Sin embargo, esta ubicación solo es visible cuando la tronera también es visible. Por lo regular, esta debe ser imperceptible y estar ocupada por la papila, la cual rellena por completo el espacio de la tronera.
La estructura de la tronera puede cambiar dependiendo de la edad de la persona. En las personas de la tercera edad, durante el envejecimiento, la encía sufre regresión y esto provoca una disminución de papila interdental. Como resultado, las troneras se vuelven visibles y también más amplias. Es crucial mantener una excelente higiene bucodental y acudir a revisiones periódicas para prevenir la progresión de enfermedades periodontales que podrían exacerbar estas condiciones.
En los niños, las troneras dentales también son diferentes a las de un adulto. Son más amplias y menos definidas, ya que los niños tienen diastemas fisiológicos mientras crecen. Asimismo, las papilas interdentales son más voluminosas y pueden incluso parecer ligeramente hinchadas, por lo que las troneras tienden a encontrarse 100% cubiertas en niños con dentadura sana. Mientras crecen, los niños pueden experimentar un estrechamiento de la tronera, mientras que los adultos, al envejecer, experimentan un agrandamiento.
Las troneras siempre serán no visibles en pacientes con dentadura sana y una buena salud oral. Sin embargo, no es lo mismo para los pacientes con salud oral deficiente. En estos, las troneras pueden estar expuestas, esta es la situación más común, troneras expuestas por la recesión gingival que provoca la acumulación de cálculo dental.
Es la causa más común de las troneras dentales. La recesión gingival implica el retraimiento de la encía, que deja expuesta las raíces de los dientes. Durante esta recesión, la papila interdental también se retrae, dejando expuesta la tronera dental que existe entre cada par de dientes. La recesión gingival tiende a ocurrir, naturalmente, de manera leve, en la vejez, sin embargo, puede ser provocada por otros factores tales como:
La gingivitis y la periodontitis, dadas por acumulación de cálculo, provocan como daño colateral la recesión gingival y consecuentemente, esta recesión ocasiona la aparición de troneras dentales. Esto ocurre debido a que las encías, irritadas por las bacterias contenidas en el cálculo, empiezan a retraerse para alejarse de esta línea de sarro adherido al borde gingival de los dientes.
Un golpe en las encías, dependiendo de la fuerza del impacto, puede tener diversas consecuencias en la salud bucodental que más tarde deriven en una recesión gingival. Las encías pueden inflamarse en exceso y luego degradarse y retraerse, también pueden desprenderse del diente, lo que provoca una recesión casi inmediata, también puede verse interrumpido el flujo sanguíneo en la zona impactada, atrofiando esta área de la encía y provocando su recesión.
El cepillado agresivo tiene diversas consecuencias en la salud de las encías, consecuencias que aparecen a largo plazo. Este tipo de cepillado puede desgastar el tejido gingival, provocando que se debilite y se retraiga, también puede provocar el desprendimiento de la encía e inflamaciones, que alteran el tejido gingival y activan sus mecanismos de defensa, entre los cuales está la recesión. Es necesario un cepillado suave y cuidadoso para conservar la salud gingival correctamente.
El desgaste dental implica que los dientes pierdan su forma anatómica normal. Pueden desgastarse en los bordes o en sus caras, y el desgaste de los bordes laterales es el causante de la aparición de las troneras.
Los pacientes con bruxismo realizan un rechinamiento constante de los dientes, durante todo el día. El bruxismo es un hábito parafuncional que, a largo plazo, ocasiona desgaste en los dientes, no solo en el borde inferior o superior de estos, sino también en sus bordes interdentales, agrandando las troneras dentales.
Existen hábitos dañinos para la salud de nuestros dientes, tales como el cepillado agresivo, masticar objetos duros y consumir alimentos demasiado ácidos de forma constante. Estas actividades, a largo plazo, provocan el desgaste de los dientes y la mayor apertura de las troneras dentales.
Estas troneras aparecen a causa del desplazamiento que sufren los dientes cuando uno de ellos se cae y queda un espacio vacío. Los dientes, desde sus posiciones, ejercen naturalmente una leve presión contra los otros, ya que se encuentran ajustados con una ligera estreches entre ellos.
Cuando un diente se cae y la presión que ejercía desaparece, los dientes contiguos empiezan a desplazarse hacia el espacio vacío. Este movimiento altera la alineación de los dientes en general y en la mayoría de los casos, provoca la aparición de troneras entre todos los dientes que se trasladaron de sitio.
Estos tipos de troneras no solo afectan la estética de la sonrisa, sino que también pueden ser indicativos de problemas de salud bucodental que requieren intervención inmediata. Ante cualquier signo de tronera dental, se recomienda consultar a un odontólogo.
El paciente recibe la anamnesis por parte del odontólogo, determinando la fecha aproximada de aparición de las troneras, el historial clínico del paciente y recopilando información importante acerca de su rutina de higiene, tratamientos previos, dieta y hábitos. Luego se realiza el examen físico, donde se evalúa la condición de la dentadura del paciente. Se buscan signos de periodontitis, gingivitis, desgaste dental, movilidad dental o ausencia de dientes, que puedan participar como posibles causantes de las troneras, para la elaboración de un diagnóstico sólido.
Los exámenes se hacen con el objetivo de determinar la causa subyacente de las troneras y seguidamente determinar el tratamiento más adecuado. Para esto, es necesario obtener el diagnóstico primario, que suele ser la afección principal que como efecto colateral ocasiona las troneras.
Permite medir la profundidad de las bolsas periodontales y si existe una buena salud gingival, o, por el contrario, existe una periodontitis severa.
Permite evaluar la densidad del hueso de soporte, la posición de las raíces y si existe rotación o desplazamiento de las mismas, y si hay caries o lesiones en los dientes adyacentes a la tronera.
Permite llevar un registro de la apariencia de las troneras y sus dimensiones, para planear correctamente el tratamiento estético del paciente.
Se aplican en casos donde existe falta de tejido gingival y esta carencia, ha ocasionado progresivamente la aparición de troneras entre los dientes.
Se puede realizar un injerto de tejido conectivo en casos de recesión gingival severa. En estos tratamientos el injerto se inserta por encima del diente, cubriendo la raíz del diente expuesto y rellenando el espacio de la tronera. El injerto se suele tomar del paladar del paciente.
También existe una alternativa un poco más costosa, que es la regeneración tisular guiada. Este tratamiento permite al paciente tener una regeneración natural de la encía en aquellas áreas de recesión, para rellenar las troneras sin tratamientos invasivos.
Se utilizan en casos de troneras pequeñas. Se trata de pequeñas restauraciones con resinar compuesta, que tienden como objetivo rellenar estos triángulos negros que producen las troneras dentales visibles.
También es posible aplicar carillas dentales, de dientes ligeramente más grandes, para lograr cerrar las pequeñas troneras que existen en la dentadura del paciente. Este tratamiento tiende a utilizarse cuando la causa subyacente de las troneras no se relaciona con un debilitamiento de la salud bucodental y el paciente se encuentra completamente sano.
Este tratamiento restaurativo no está orientado a troneras de dimensiones grandes o dadas por un problema de origen bucodental.
la ortodoncia se aplica como tratamiento en casos de troneras dadas por una separación de los dientes mal alineados. La ortodoncia añade en los dientes del paciente los brackets, que están enlazados entre sí por arcos de metal que ejercen una presión constante, que empuja los dientes entre sí hasta cerrar los espacios y desaparecer las troneras.
Se pueden reemplazar con implantes o con prótesis fijas o removibles, de modo que sea posible rellenar el espacio vacío que induce el movimiento de los dientes y la aparición de troneras irregulares entre estos a causa de este desplazamiento.
Los implantes dentales primero requieren la instalación de un tornillo de metal biocompatible en el hueso de soporte, para que, posteriormente, se coloque una corona dental en el extremo externo del tornillo. Por otro lado, las prótesis son una opción más económica, rápida y cómoda, aunque en ocasiones menos duradera; sin embargo, una prótesis puede ser sometida a restauraciones en caso de daño.
Una vez que los dientes perdidos son reemplazados, el paciente debe ser monitoreado entre visitas al dentista, para guiar el movimiento de los dientes y su adaptación al reemplazo de la pieza.
Estos tratamientos no solo mejoran la estética dental, sino que son fundamentales para prevenir complicaciones adicionales como la progresión de la recesión gingival, la acumulación de placa y la pérdida ósea.
La higiene bucal debe ser cuidadosamente gestionada para evitar las infecciones y la inflamación de las encías, ya que es el tejido gingival el que siempre debe conservarse saludable para que las troneras se encuentren correctamente cubiertas.
El cepillado dental debe ser suave y cuidadoso, con un cepillo de cerdas cortas y blandas, que no vayan a irritar las encías o desgastar los dientes. Asimismo, el cepillado debe ser dos veces al día.
El paciente debe utilizar hilo dental en cada cepillada, en el espacio interdental de todos sus dientes, especialmente de los dientes anteriores, donde la comida se queda atrapada con mayor facilidad.
El enjuague bucal debe ser consultado con el dentista, ya que al existir variedad, existen algunos más convenientes según el tratamiento que se ha realizado. El enjuague debe utilizarse después de desayunar y antes de dormir, en la dosis indicada por el producto en su etiqueta.
El cepillado debe ser minucioso, porque debe evitarse lo máximo posible introducir cerdas del cepillo dentro de las troneras, para no irritar las encías y provocar o empeorar una recesión
gingival. La presión aplicada al cepillado debe ser reducida y controlada, por ello, se recomiendan cepillos eléctricos, que disponen de un sistema de niveles de presión.
Las troneras acumulan más restos alimenticios de lo normal, ya que son áreas interdentales abiertas. Gracias a esto, el paciente no solo debe emplear hilo dental, sino que se le recomienda también la aplicación de cepillos interdentales y de irrigadores, de modo que las troneras puedan limpiarse correctamente y por completo después de cada comida. Retener restos alimenticios en las troneras resulta con creces mucho peor que acumularnos en espacios interdentales cerrados, ya que, las troneras cuentan con mayor profundidad y fermentan rápidamente la comida.
La recesión gingival debe prevenirse con urgencia en pacientes con troneras, pues esta puede agrandar el tamaño de las mismas, empeorando la condición. Para esto, el cepillado debe ser específico y las pastas dentales especializadas para el cuidado gingival.
El enjuague bucal es más beneficioso en pacientes con troneras, pues este líquido alcanza las partes de la tronera que no puede alcanzar el hilo o el cepillo, y las desinfecta, eliminando las bacterias.
Cuando un paciente sufre o sufrió de troneras dentales y se encuentra en recuperación, las visitas al odontólogo son indispensables, ya que este lleva el control del avance de las troneras y su mejoramiento.
El odontólogo debe llevar un control del avance de la recesión gingival, evaluando los cambios que tiene el tejido gingival, en especial en el área de las encías. El profesional detecta si hubo un aumento o descenso de la inflamación y si el sangrado es más recurrente que antes, o, por el contrario, ha cesado.
Las visitas al dentista para realizar limpiezas profesionales a las troneras son indispensables. Cuando el espacio interdental se encuentra abierto, aparecen nuevos rincones que no podemos alcanzar y se produce una acumulación de placa mucho más grande y rápida de lo normal. Las limpiezas profesionales, aproximadamente cada 21 días, son importantes para evitar la aparición de sarro y consecuentemente el avance de la recesión gingival, mientras el paciente y el odontólogo planifican el tratamiento más adecuado para tratar las troneras.
Las restauraciones aplicadas como tratamiento para las troneras deben recibir revisiones del odontólogo, para verificar la adaptación de las encías a estas y si el material no ha sufrido desplazamientos, fracturas o desgastes. Al principio las revisiones pueden ser mensuales y luego se vuelven semestrales.
Deben evitarse los alimentos que se adhieren a los dientes y que pueden adherirse a las troneras. Estos alimentos, como los dulces pegajosos y los chicles, pueden ser difíciles de eliminar de las troneras y de los dientes en sí mismos, ya que dejan residuos detrás y favorecen el crecimiento de la placa bacteriana.
Si el paciente recibió una restauración dental como tratamiento para las troneras, debe evitar los alimentos duros, pues estos pueden quebrar, agrietar, debilitar o romper las restauraciones e incluso el esmalte que protege naturalmente a los dientes. Como alternativa, los alimentos duros pueden consumirse humedecidos o triturados.
Cuando se tienen troneras dentales, cualquier medio de limpieza de los dientes es bienvenido. Esto incluye aquellos alimentos que naturalmente neutralizan los ácidos, absorben la placa bacteriana y promueven la producción de saliva. El mejor ejemplo de esto son las frutas y vegetales altamente fibrosos, la leche, el queso y los cereales integrales.
Las azúcares, naturalmente, son el alimento por excelencia para las bacterias que crecen en nuestra boca. Al tener troneras, es importante cuidar rigurosamente la salud bucal, ya que la suciedad en los dientes, rápidamente induce el cálculo y seguidamente la inflamación de las encías. Cualquier afección o daño en las encías debe evitarse cuando se tienen troneras dentales, puesto que las encías son el tejido especializado que debe cubrirlas.
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]]>de vida de los pacientes.. En el siguiente artículo, profundizaremos en qué son los quistes dentales, cómo se forman, sus síntomas, opciones de tratamiento, y cómo pueden impactar en nuestra salud bucodental.
Se define al quiste dental como una cavidad anormal y patológica, que se origina en los tejidos dentales vulnerables: la raiz del diente o alrededor de un diente no erupcionado. Esta cavidad está revestida por una membrana propia y se llena de una sustancia que, generalmente, consta de líquido y material semi sólido disuelto.
Los quistes dentales suelen ser benignos, pero en algunos casos, estos sufren una transformación a tejido maligno. Los quistes, debido a su aparición en lugares anormales, alteran todas las estructuras que tienen alrededor mientras van creciendo, presionandolas y deformandolas, esto ocasiona, por ejemplo, la perdida de hueso en las zonas que rodean al quiste. Asimismo, pueden causar dolor, infecciones que cesan y luego reaparecen y cambiar la alineación de los dientes, sobreponiendolos unos sobre otros.
Al final, un quiste que no es atendido a tiempo y no recibe ningún tipo de tratamiento adecuado, crece sin parar y requiere de intervenciones quirurgicas de complejidad.
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El paciente puede presentar dolor persistente que varía en intensidad, presentándose como leve molestia o como un dolor agudo e insufrible. En la medida en que se presente la intensidad del dolor, el paciente experimenta sensibilidad en la zona, y experimenta dificultad al consumir alimentos calientes o fríos.
La sensibilidad tiende a ser muy común en casos de quistes, ya que la inflamación de estos ejerce presión sobre los nervios que circundan la zona, sobreestimulandolos.
La inflamación se presenta en el diente y en los tejidos adyacentes a este. En etapas tempranas la inflamación se puede palpar ligeramente, sin embargo, no es visible hasta que el quiste ya ha tenido cierto crecimiento. La encía es el tejido que más afectado se ve, presentando una tonalidad roja y apariencia abultada. Puede sangrar con facilidad.
En etapas avanzadas, el quiste puede provocar una coloración amarilla o negra en el diente, como resultado de la necrosis pulpar.
En etapas avanzadas, cuando el quiste ya tiene cierto crecimiento, el hueso maxilar empieza a erosionarse y pierde densidad. Esto, posteriormente, disminuye la fuerza con la que se fijan las raíces dentales al hueso, y empiezan a presentar movilidad.
Es un resultado de la infección que tiende a acompañar al quiste dental. Esta halitosis no puede solucionarse solamente con higiene oral, ya que su causa subyacente requiere tratamiento dental. El mal aliento tiende a desaparecer cuando la fístula ha sido curada, pero puede controlarse y disminuirse durante el tratamiento del quiste, con el uso de enjuagues bucales de larga duración.
Los quistes pueden aparecer a partir de una previa infección que se ha cronificado. El inicio del quiste comienza cuando la infección ha avanzado hasta llegar a la pulpa del diente afectado, ocasionando una pulpitis. La razón de la infección pueden ser varias, siendo las más comunes las caries y la periodontitis.
Implica el agravamiento de la infección hasta que esta corroe y daña irreversiblemente la pulpa del diente afectado, iniciando un proceso de necrosis, en el que mueren los nervios y vasos que componen esta pulpa por efectos de la infección. Esta reacción provoca la liberación de toxinas significativas para la salud, que se esparcen hacia el tejido adyacente, agravando la inflamación general de la zona.
Para evitar la irradiación de la infección y de las toxinas hacia otras áreas, el cuerpo crea un granuloma. Se trata de un nódulo, producto de la inflamación, y que, por lo general, crece desde la raíz del diente que ha experimentado la necrosis. El granuloma es una respuesta defensiva del sistema inmunológico del paciente que se forma para aislar y contener la infección.
El granuloma, aunque es producido por nuestro propio cuerpo, puede degenerar y convertirse en un quiste. El quiste se produce por una reacción específica, que es la proliferación de las células del epitelio de Malassez.
Este epitelio se desarrolla y crece en un revestimiento, cuya cavidad empieza a llenarse de líquido con desechos celulares, agua y productos de la degradación tisular. Mientras más aumenta el volumen del líquido, más crece el quiste. A través de su crecimiento, este ejerce una presión constante y anormal sobre los tejidos que lo rodean.
Es la zona alrededor del ápice de un diente afectado
Es el área alrededor de la corona de un diente no erupcionado o en desarrollo, como las muelas del juicio.
Es el área ubicada a lo largo de la raíz de un diente, específicamente en el espacio periodontal.
En cualquier lugar dentro de los huesos maxilares.
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Es el tipo de quiste más común y tiene su origen en una pulpitis que, debido a falta de tratamiento, ha acabado en necrosis pulpar. Los quistes radiculares son más usuales en personas con caries profundas no tratadas.
Como su nombre lo indica, estos quistes se originan en la pulpa del diente necrosado y se extienden en el área periapical de ese diente.
El tamaño va a variar dependiendo del tipo de quiste y del tiempo que el quiste ha estado creciendo. Mientras mayor el tiempo, mayor será su longitud, pudiendo medir algunos centímetros. En comparación con otros tipos de quistes, los radiculares pueden llegar a tener medidas significativas.
Este tipo de quiste puede no presentar síntomas en etapas tempranas o bien ser completamente asintomático. En el primer caso, los síntomas se presentan cuando el quiste ya se ha agravado y se encuentra avanzado, presentando dolor intenso en el paciente e hinchazón.
Después del quiste radicular, el quiste dentígero es el más común. Este tipo de quiste tiene su origen en los restos de esmalte dental que presenta un diente retenido, impactado o que no ha erupcionado por completo. Son más comunes en las muelas del juicio, ya que tienden a ser los dientes que tardan más en erupcionar y que presentan problemas al hacerlo.
La región en la cual se encuentra adherido al momento de originarse, se denomina región amelocementaria, y corresponde a la unión del esmalte con el “cemento radicular”, la segunda capa más externa del diente, ubicada por debajo del esmalte.
Estos quistes son los que presentan un crecimiento más significativo entre los tipos de quistes odontogénicos.
Este tipo de quiste puede no presentar síntomas en etapas tempranas o bien ser completamente asintomático. En el primer caso, los síntomas se presentan cuando el quiste ya se ha agravado y se encuentra avanzado, presentando dolor intenso en el paciente, hinchazón, desplazamiento de los dientes adyacentes e infecciones.
Es un tipo de quiste poco común que, a diferencia del quiste radicular, crece a partir de una pulpa viva en la región periapical. Su origen histológico exacto todavía no se esclarece.
Este tipo de quiste crece hacia la zona periodontal, abarcando: la encía, el ligamento periodontal, el cemento radicular y el hueso alveolar.
A diferencia de los otros tipos de quistes mencionados, el quiste periodontal es pequeño y en casos muy particulares y agravados llega al centímetro.
Este tipo de quiste puede ser asintomático o presentar síntomas muy leves que pasan inadvertidos. Debido a esto, suelen descubrirse incidentalmente a través de radiografías dentales que se han realizado con otros objetivos, como un chequeo semestral de la salud dental.
Las infecciones dentales tienen un curso de formación específico: estas inician, regularmente, a través de una caries no tratada.
La caries pasa de ser pequeña a ser profunda, y al agravarse, puede inducir una gingivitis en el paciente, que escala a periodontitis gracias a la acumulación exagerada de cálculo dental.
La caries, a medida que profundiza, penetra a través de las diferentes capas que componen el diente, hasta llegar a su centro: la pulpa dental o raíz. Aquí yacen los nervios y vasos sanguíneos que mantienen viva la estructura dental desde adentro hacia afuera. La progresión de la caries y el sarro, a largo plazo, inducen una infección en el diente, ya que ambas almacenan microorganismos vivos, que se alimentan de los restos alimenticios de la comida que ingerimos. Esta infección dental contribuye a originar una pulpitis en el paciente
Sin el tratamiento adecuado y de emergencia, la infección acaba por corroer todo el tejido vivo y necrosar la pulpa. Los quistes radiculares crecen a partir de pulpas necrosadas.
Existen lesiones que son capaces de dañar la pulpa de un diente y necrosarla parcialmente, lo que quiere decir que la pulpa tendrá zonas de tejido muerto y de tejido vivo.
Una lesión puede necrosar la pulpa a través de la interrupción de su suministro de sangre al dañar vasos sanguíneos importantes, por ruptura o por comprensión. Sin este suministro sanguíneo, se van desoxigenando las áreas que han sido afectadas hasta que finalmente el tejido muere.
Los quistes radiculares se originan a partir de tejido pulpar necrosado, sin embargo, en casos de quistes luego de lesiones, es importante mencionar que la formación de estos se ve incentivada por la expansión de la inflamación a lo largo de toda la raíz.
Los dientes impactados son aquellos que no han logrado erupcionar hacia la superficie correctamente y solo se visualizan de forma parcial, o bien se quedan por completo dentro del hueso alveolar y no se llegan a visualizar.
Un diente en formación que todavía no ha erupcionado se encuentra rodeado por un saco lleno de líquido, llamado folículo dental. En los dientes impactados, este folículo se mantiene. Esta cavidad puede empezar a expandirse por aumento del volumen del líquido y acabar formando un quiste de tipo dentígero alrededor de la corona del diente que no erupcionó.
Gonçalves M, Dias-Ribeiro E, Ferraz-De-Almeida J, et al. Radicular cyst: an update of the biological factors related to lining epithelium histogenesis. Oral Oncol. 2009;45(12):e92-98 Link
Rajendran R. Cysts and tumors of odontogenic origin. In: Rajendran R, Sivapathasundharam B, eds. Shafer’s Textbook of Oral Pathology. Elsevier; 2009:274-376 Link
Durante el examen físico, el dentista realiza una inspección de las condiciones en que se encuentra la salud bucal de paciente. Revisa si hay presencia de signos característicos, como la inflamación de las encías o presencia de protuberancias con coloración blanquecina traslúcida.
Se interroga al paciente con respecto a los diferentes síntomas que ha estado experimentando. Se tienen en cuenta el dolor, la sensibilidad y la hinchazón, así como la fecha de inicio de estos y el grado de intensificación que han tenido a lo largo del tiempo hasta la consulta.
En caso de que el paciente no presente síntomas, pero sí signos anormales relacionados con una enfermedad dental, se realiza pruebas complementarias.
Las radiografías más empleadas son las radiografías periapicales y panorámicas. Estas ofrecen imágenes detalladas de como se encuentra la estructura ósea del hueso maxilar y de los dientes. La radiografía a realizar se selecciona basándose en el tipo de quiste que se sospecha en el paciente. Si este no está claro, se realiza una panorámica para tener una visión general de todos los dientes.
Aparece como una lesión radiolúcida (área oscura) alrededor del ápice de la raíz de un diente no vital.
Se observa como una cavidad radiolúcida alrededor de la corona de un diente no erupcionado.
Se visualiza lateralmente a la raíz de un diente vital, como una pequeña área radiolúcida.
También se podrían utilizar otros métodos de diagnóstico como las resonancias magnéticas que permiten obtener imágenes más detalladas de los tejidos blandos, incluyendo la pulpa dental y la zona circundante al quiste. Además, la palpación puede ser útil para detectar la presencia de inflamación o protuberancias en la boca
Se utiliza como último recurso, en casos particulares donde el quiste ha sido identificado y se sospecha de que sea maligno. Las muestras de tejido que son extraídas del paciente se envían a un laboratorio para su análisis histopatologico, determine el carácter del quiste y posteriormente establecer un tratamiento completo y personalizado para el paciente.
Las biopsias se realizan en quistes: de gran tamaño, de crecimiento rápido, con características atípicas en la radiografía y recurrencia (reaparición) del quiste luego del tratamiento.
Conde-Ferreirós A, Gay-Escoda C. _Radiographic assessment of the progression of jaw lesions of odontogenic origin. Med Oral Patol Oral Cir Bucal. 2012;17(3):e389-95 Link
Es un procedimiento quirúrgico donde se remueve el quiste dental por completo. Durante la cirugía, se interviene la encía y al hueso, abriéndolos para retirar las extensiones circundantes patológicas del quiste. Está indicada para quistes de tamaño moderado a grande, quistes sintomáticos y con riesgo de infección.
Las exéresis, al ser un procedimiento quirúrgico e invasivo, pueden dejar defectos en la estructura del hueso luego de remover quistes grandes. Estos defectos tienden a ser modificados más adelante por medio de un injerto óseo.
El curetaje es la completa eliminación del quiste por medio de un raspado y posterior limpieza del área que circundaba el quiste. Es un procedimiento menos invasivo y prolongado que la exéresis.
Se emplea con frecuencia para quistes radiculares, asociados con una necrosis pulpar o una infección de la pulpa.
Se perfora el diente para alcanzar el centro de este, donde se halla la pulpa. Posteriormente, se elimina todo el tejido dañado de esta, se desinfecta toda la zona interna del diente que ha sido intervenida y luego, este se sella nuevamente con materiales biocompatibles que eviten la inflamación de los tejidos manipulados.
Está indicado para quistes pequeños que puedan eliminarse junto con la infección dental que han producido. El quiste va disminuyendo su tamaño y desaparece por sí solo en las semanas posteriores al tratamiento de conducto.
Se aplica solo en casos extremos, en los cuales el quiste ha crecido en exceso y ha dejado multiples consecuencias en la estructura y salud del diente, de modo que este queda inutilizable y tampoco puede ser restaurado. El diente tiene que presentar movilidad, necrosis pulpar, reabsorción ósea e infecciones recurrentes. En este tratamiento, primero se extrae el diente y luego se procede a eliminar el quiste.
En la mayoria de pacientes, luego de finalizar el tratamiento con exito, se les instruye para el reemplazo de la pieza dental, con un implante o protesis dental. Asimismo, en este tipo de casos particulares de dientes muy agravados por el quiste, suele ser necesario realizar un injerto óseo para recuperar todo el hueso que se ha perdido debido al crecimiento del quiste.
Manzon S, De-la-Rosa-Gay C, Borrego-García E, Blanco-Carrion A. Radicular cysts: a 10-year review of 104 cases. Minerva Stomatol. 2019;68(6):293-298. Link
El cepillado debe realizarse al menos dos veces al día, utilizando un cepillo de cerdas suaves y pasta dental fluorada. Los movimientos del cepillo deben ser circulares alrededor de cada diente, asegurándose de rozar la línea gingival con las cerdas para remover el sarro que se acumula principalmente en esa área.
El uso de hilo dental es vital para eliminar correctamente todo el sarro. No emplear hilo dental acelera la acumulación de placa, lo que hace necesarias limpiezas dentales con mayor frecuencia y aumenta el riesgo de formación de quistes dentales.
El enjuague bucal es un complemento importante después de la limpieza de los dientes, ya que permite la remanencia de un efecto protector que ralentiza la adhesión de bacterias en los dientes. Esto ayuda a prevenir infecciones que pueden contribuir a la formación de quistes.
Para aquellos que utilizan prótesis dentales, es necesario limpiarlas todos los días antes de dormir. Cada tipo de prótesis tiene su propio método de limpieza, pero una higiene inadecuada de estas acelera y facilita la formación de placa, el mal aliento y la inflamación de las encías, todos factores que pueden contribuir a la aparición de quistes dentales.
Los exámenes dentales permiten un control y chequeo periódico del estado de salud bucal. Se recomiendan chequeos cada seis meses, aunque esta frecuencia puede variar según el caso de cada paciente. Los exámenes dentales ayudan a identificar caries pequeñas y superficiales, inflamaciones anormales de las encías, abscesos y otros problemas a tiempo, previniendo así la formación de quistes.
Aunque la acumulación de placa puede retrasarse significativamente con el cepillado, el hilo dental y el enjuague bucal, la placa dental es inevitable. Las limpiezas profesionales periódicas son necesarias para eliminar esa placa que se nos escapa durante el cepillado y que se va sedimentando con el tiempo, especialmente mientras dormimos. Estas limpiezas ayudan a mantener la salud bucal y prevenir la formación de quistes dentales.
Las caries son una de las causas principales de las infecciones dentales, especialmente aquellas que no son detectadas o tratadas a tiempo y en consecuencia empeoran. El tratamiento inmediato de una carie apenas se le detecta, es parte de las medidas necesarias para prevenir las infecciones y los quistes dentales.
El hueso dental debilitado y la carencia de suficiente tejido de sostén para el diente crea un entorno idóneo para la formación de quistes dentales. La periodontitis tiene como una de sus principales consecuencias la perdida de hueso y tejido, por lo tanto, permitir su prevalencia y descuidar su tratamiento figura como una causa potencial de los quistes dentales. Para prevenir su formación, es preciso atender a la gingivitis, de modo que esta no avance en una periodontitis, la cual necesita un tratamiento más invasivo y puede dejar consecuencias permanentes.
Los dientes que se encuentran ya corroídos por una infección deben ser removidos inmediatamente, puesto que, la infección tiende a irradiarse hacia otros dientes y tejidos. Evitar la extracción de un diente severamente cariado puede debilitar y vulnerabilizar nuestra salud dental, pues nos deja expuestos a la entrada de esta infección por el torrente sanguíneo, a la reabsorción del hueso maxilar o mandibular y a un traumatismo por masticar con un diente enfermo.
Coulthard P, Horner K, Sloan P, Theaker E. Master Dentistry Volume 1: Oral and Maxillofacial Surgery, Radiology, Pathology, and Oral Medicine. Churchill Livingstone; 2003. Link
Además de los síntomas físicos inmediatos y el daño potencial al diente afectado y a los dientes circundantes, los quistes dentales no tratados pueden tener graves consecuencias para tu salud bucodental y tu calidad de vida en general. Dolor constante, sensibilidad extrema, infecciones recurrentes y cambios en la alineación de los dientes son solo algunas de las complicaciones a largo plazo que podrías experimentar.
La forma que tienen los quistes de dañar los dientes adyacentes es por medio de su crecimiento, el cual provoca el desplazamiento de los dientes de alrededor y los afecta funcional y anatómicamente de manera negativa.
Al desplazarse los dientes debido al crecimiento del quiste, estos pierden su posición anatómica ideal y pueden apiñarse o rotarse, alterando la mordida del paciente.
Las raíces de los dientes, que están siendo desplazados por la presión que ejerce el quiste, pueden debilitarse y progresivamente reabsorberse, haciéndolo vulnerable a fracturas o que se desprenda.
Los quistes, a través de la presión que ejercen sobre el espacio que los rodea, pueden afectar negativamente la composición ósea del hueso maxilar o mandibular. La presión puede iniciar la erosión del hueso en las áreas más cercanas al quiste, afectando la estabilidad del diente.
Los quistes son bolsas con membrana propia, y en su interior suelen tener un líquido, que al abrirse o romperse el quiste, puede absorber bacterias y crear un ambiente idóneo de proliferación para estas.
Si el quiste se convierte en un foco de infección crónica, se puede generar un absceso. Se trata de una acumulación de pus que, al empeorarse, se convierte en fístula: un canal anormal que va a comunicar el foco de infección con la cavidad superficial más cercana, a través de la corrosión de los tejidos.
En algunos casos, los quistes dentales pueden causar fracturas de los dientes o del hueso maxilar. También es importante tener en cuenta que, aunque es poco común, existe la posibilidad de que un quiste dental se transforme en un tumor maligno, lo que puede tener graves consecuencias para la salud del paciente.
Al generarse la fístula, esta propaga la infección a diferentes tejidos, y llega así a áreas adyacentes a la boca, como el cuello o la cabeza. La propagación de una infección crónica puede derivar en sepsis. Es importante mencionar que este curso de sucesos corresponde a la historia natural de una infección, cuando no hay intervención médica que provea ningún tipo de tratamiento. Por lo regular, con un profesional capacitado a cargo de monitorear el progreso del quiste, no se dan infecciones tan avanzadas.
Regezi JA, Sciubba JJ, Jordan RC. Oral Pathology: Clinico Pathologic Correlations. Saunders Elsevier; 2008 Link
El riesgo de transformación maligna de un quiste dental es baja, sin embargo, se determina, en parte, evaluando el tipo de quiste que posee el paciente y posteriormente haciendo una biopsia. En los queratoquistes odontogenicos, que son los quistes dentales más recurrentes en las personas, el riesgo de transformación es bajo; sucede lo mismo con los quistes de tipo dentígero, los cuales están asociados con tumores benignos, y en casos muy aislados y particulares, han experimentado transformación. Para combatir la transformación maligna de un quiste, es fundamental el diagnóstico temprano por un profesional capacitado.
Si necesitas más información acerca de la Salud Bucodental y como cuidarla, no dudes en ponerte en contacto con Artdenta. Puedes visitar a tu Clínica dental Artdenta en Valencia en la Avenida Primado Reig, 137 o llamándonos al 963 693 329. Estaremos encantados de atenderte.
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]]>La entrada Urgencias Dentales en Verano en Valencia | 24h se publicó primero en Dentista en Benimaclet, en Valencia cerca de Viveros.
]]>Se considera una urgencia dental 24 horas, cuando los pacientes presentan algunas de las siguientes situaciones:
Dolor significativo en los dientes o encías, y que se agrava al acostarse
No poder usar la boca o la mandíbula correctamente
Lesiones graves, como expulsión de dientes o fractura de mandíbula
Dificultad para respirar
Dolor dental con inflamación de la garganta, oídos o alrededores de los ojos
Los abscesos son infecciones graves que a veces pueden aparecer como un área hinchada similar a un grano en las encías.
Dificultad para abrir la boca y masticar los alimentos.
Dolor de muelas intenso o dolor en las encías.
Enrojecimiento dentro de la boca, o fuera de la boca en la cara o la mandíbula.
Ganglios linfáticos inflamados
Mal sabor de boca.
Pus
Sensibilidad a alimentos y bebidas fríos o calientes en la zona afectada.
Mejillas o mandíbula hinchada.
Fiebre
Usualmente los abscesos dentales surgen como consecuencia de la caries, un traumatismo o un tratamiento fallido del conducto radicular dental.
Otras causas conocidas son los dientes impactados o con erupción parcial, como las muelas del juicio por ejemplo.
También influyen hábitos, estilo de vida y salud, tales como el rechinar los dientes, consumir metanfetamina, el tratamiento de quimioterapia u otros fármacos.
Usar enjuague bucal antiséptico, agua salada o té de menta, para hacer gárgaras y enjuagarse la boca. La toma de analgésicos de venta libre podrá ayudar con las molestias, siempre y cuando se tengan en cuenta las restricciones.
En una primera consulta telefónica, su dentista le advertirá de que no debe colocar nada directamente sobre la encía, y en su lugar consultar con el especialista. Por ejemplo, poner una aspirina directamente sobre la encía podría causar una quemadura química.
Durante el verano, es importante estar especialmente atentos a los síntomas de un absceso dental, ya que el incremento en las temperaturas puede acelerar el crecimiento bacteriano. Una vez identificada la causa de la infección, tu odontólogo procederá a drenar el pus y establecerá un tratamiento adecuado para prevenir futuros abscesos dentales..
Algunos de los tratamientos más comunes serían terapia con antibióticos, terapia con conducto radicular, extracción dental y cirugía periodontal.
Estas infecciones, aparte de producir dolor a los pacientes, se caracterizan por descender al espacio profundo del cuello. O en su lugar, ascienden a los senos intracraneales.
Las grietas en el esmalte de los dientes son bastante comunes y normalmente no necesitan tratamiento. Sin embargo, cuando se trata de roturas notablemente visibles o fracturas, es necesario acudir a su Clínica Dental 24 horas. Estas situaciones son catalogadas como emergencias dentales.
Los dientes agrietados pueden ser resultado de actividades cotidianas, tales como:
Cambios extremos de temperatura al comer alimentos calientes y beber líquidos helados.
Hábitos parafuncionales, como masticar hielo, plástico, las uñas, entre otros.
Contusiones leves al practicar deportes.
Enjuagarse la boca con agua tibia con sal, si el diente está sangrando presionarlo suavemente con una gasa o paño limpio. Seguidamente ponerse en contacto con su odontólogo o acudir directamente si es un centro dental 24 horas.
Los tratamientos varían según el grado de agrietamiento o fractura. Los más leves no necesitan tratamiento, para los que son un poco más notorios el dentista lo repara con material de relleno o carillas.
Mientras que los más graves podría necesitar una corona, tratamiento de conducto, o extracción del diente por completo.
Las roturas se van profundizando alcanzando el nervio, generando hipersensibilidad, dolor y sangrado.
Las dos principales razones para la pérdida de dientes son debilidad dental o fuertes traumatismos.
Previamente a llegar a su clínica dental de urgencias, sostener el diente por la corona (parte contraria a la raíz), evite tocar la raíz en lo posible, y enjuague si está sucio. Este proceso debe ser de manera delicada, sin frotar el diente y manteniendo los tejidos adheridos tal cual como están.
Si es posible, se recomienda volver a colocar el diente en su lugar y morder una bolsita de té mojada o un trozo de tela limpia. En caso de que esto no sea posible es importante mantener el diente hidratado, evitando que se seque. Para lograrlo puede mantener la pieza caída entre la cara interna de la mejilla y la encía, o sumergida en leche.
La tasa de éxito de una reimplantación del diente depende mucho del tiempo. Esta se tiene que llevar a cabo dentro de la hora de haber perdido el diente.
Si el paciente logra llegar antes de que se cumpla una hora del accidente, el dentista planea reimplantar la pieza. Con ayuda de las piezas dentales adyacentes, el especialista estabilizará el diente caído con un trozo delgado de alambre o plástico transparente mientras sana. El tiempo que durará este soporte será determinado por el odontólogo según las particularidades de cada caso.
En caso de que el paciente no haya podido encontrar su diente caído, los tratamientos se centrarán en implantes dentales o dentaduras parciales.
La encía sufrirá infecciones con el riesgo de propagarse rápidamente hacía la mandíbula, causando complicaciones y dolor en otros dientes.
Dolor que dura más de 2 días, que no cede aunque se tome analgésicos
Fiebre alta
Dolor al morder
Encías enrojecidas
Mal sabor de boca
Mejilla o mandíbula hinchada
Dolor de muelas junto con la inflamación alrededor del ojo o cuello, dificultad para respirar, tragar o hablar (en estos casos se debe acudir a urgencias)
Dolor que se agrava con alimentos o bebidas muy calientes, lo cual puede ser más frecuente durante el verano debido al incremento de la temperatura ambiente
Infecciones por caries
Abscesos dentales
Diente roto / traumatismos / bruxismo
Empaste suelto o roto
Muelas del juicio o dientes impactados (son aquellos que por una u otra razón no logran salir completamente, quedando atrapados en la encía a medio salir)
Problemas con los brackets
Los analgésicos de venta libre como ibuprofeno o paracetamol funcionan bien para aliviar el dolor. Aclarando que no se debe administrar aspirina a menores de 16 años. Los enjuagues con agua salada también proporcionan alivio, aunque no es recomendado para los niños.
Los geles analgésicos dentales que se pueden comprar en farmacias también son buenas opciones. Así mismo se recomienda comer alimentos blandos tales como yogur o huevos.
Por otro lado, debería evitarse comer alimentos dulces, muy calientes o muy dulces. Lo mismo ocurre con los cigarrillos, ya que el humo contiene muchos agentes tóxicos que potencian infecciones.
Los tratamientos se planifican en función de la causa y que tan grave sea la condición de la muela/diente. Podría ser tratamiento de conducto, colocación de empastes, colocación de implante, o protectores nocturnos.
El dolor de muelas o dientes, se debe mayormente a infecciones que al no ser tratadas afectan a toda la pulpa. Debido a esto, el diente va muriendo poco a poco, causando mucho dolor y molestias en el proceso. Eventualmente todo el diente morirá para finalmente caerse, romperse por partes o permanecer en la boca hasta que se extraiga.
Se considera una emergencia si las encías sangran libremente sin que dicho sangrado este motivado porque se les aplique fuerza o presión.
Sangrado crónico, excesivo y aleatorio de las encías.
Por lo general se debe a infecciones tales como gingivitis, periodontitis, abscesos, y en algunos casos es síntoma de cáncer.
Enjuagues con agua salada tibia.
En primer lugar, su dentista de urgencia, realizará una limpieza dental profunda o un procedimiento de raspado y alisado radicular. Esto con la finalidad de ayudar a eliminar la sangre y cualquier infección dentro de las encías. También recetará un enjuague bucal para ayudar a reducir la inflamación y la infección.
Por otro lado, hará una serie de exámenes e incluso radiografías para establecer la causa del sangrado. Finalmente se establecerán citas de seguimiento, o se remitirá al paciente a otro especialista en caso de haber una enfermedad subyacente.
Las patologías que causan sangrado de encías provocan problemas no solo en la salud dental sino también en la general. Algunos de ellos son la pérdida de dientes y el aumento del riesgo de ataque cardiaco.
Dolor intenso en la mandíbula, mentón dientes o debajo/dentro de las orejas
Problemas para abrir y cerrar la boca
Mentón o labio entumecido
Babeo
Hemorragia por la boca
Hematomas a lo largo de la mandíbula
Comienza a ser difícil o imposible hablar, masticar o tragar
La mandíbula, los dientes o ambos pueden sentirse desalineados
En algunos casos causa problemas respiratorios debido a la falta de apoyo de la lengua (esto es especialmente grave y necesita atención médica inmediata)
Resbalones, caídas, tropiezos, golpes, contusiones por deportes de contacto y accidentes automovilísticos, son causas comunes de fracturas de mandíbulas.
Si se sospecha que se ha roto la mandíbula, lo primero que se debe hacer es inmovilizarla. Con ayuda de una toalla, corbata, bufanda o semejante, rodear la mandíbula y atarla en la parte superior de la cabeza.
Para reducir el dolor y la hinchazón aplicar compresas frías y acudir a la Clínica Dental de Urgencia más cercana.
Si se trata de una fractura estable, el médico inmoviliza la mandíbula de manera adecuada, para que esta sane por sí misma. Este proceso demora, aproximadamente, 6 semanas en los que la dieta será principalmente líquida y el hablar será limitado.
Cuando se trata de fracturas múltiples, huesos astillados y otros huesos faciales afectados, es probable que se necesite cirugía. El proceso de recuperación será un poco más complejo y prolongado en estos casos.
Si el paciente deja que su mandíbula sane sin pasar por el tratamiento adecuado, existe una alta probabilidad de que su capacidad para masticar se vea afectada. Una vez que el hueso la mandíbula sana de manera desalineada, resulta complejo volverla a su posición original. Es por ello que se recomienda buscar tratamiento dental de emergencia desde el inicio.
Si la pieza suelta del aparato ortodóntico no molesta, no se considera una emergencia dental y se puede esperar hasta la cita regular. No obstante, si el alambre está causando lesiones en diferentes áreas de la boca, se debería adelantar la cita con su dentista de confianza o acudir a su/una Clínica Dental de urgencia..
Las causas más comunes son la ingesta de alimentos duros, crujientes o pegajosos, así como traumatismos en la boca, principalmente mientras se practican deportes.
Cubrir el extremo del alambre con cera de ortodoncia, un trozo de gasa o una mota de algodón. Si el soporte suelto es muy largo logrando lesionar mejillas, encías y lengua, es adecuado usar un cortauñas o alicate pequeño para cortar el extremo sobresaliente. Seguidamente, llamar al ortodoncista.
El tratamiento es igual a una sesión de rutina, sólo se trata de reemplazar o volver a ajustar la pieza suelta.
La efectividad del tratamiento se ve afectada, aumentando el tiempo del tratamiento y con ello la inversión económica. Las constantes lesiones sensibilizan toda la estructura bucodental hacia gérmenes y microbios, aumentando el riesgo de infecciones.
Se consideran urgencia cuando el paciente experimenta alguno de los siguientes síntomas:
Dolor intenso
La corona en un estado semi-desprendida y el usuario no puede retirarla completamente, representando un riesgo de asfixia
Lesiones en la lengua o el tejido de la mejilla, debido a que la corona o el diente subyacente exponen un borde irregular.
Debido a un diente seriamente debilitado
Por el hábito de rechinar los dientes
Por un mal ajuste de la prótesis
Por falta de cemento para sostener la corona en su lugar
Por haber desarrollado caries en el resto del diente debajo de la corona
Por ingerir alimentos pegajosos que sacan la corona de su lugar
Aplique un poco de cemento dental de venta libre o adhesivo para prótesis dentales en el interior de la corona. Seguidamente, colóquela nuevamente sobre el diente. Es muy importante que recuerde que esto es una medida preventiva mientras busca una Clínica dental 24 horas a su disposición.
Nunca se debería usar súper pegamento u otros productos no sanitarios en una corona. Si no se tiene ningún adhesivo adecuado a mano, solo se debe guardar la corona y llevarla a la cita con el odontólogo de urgencia.
En primer lugar, el dentista evaluará tanto la boca del paciente como la corona caída. Con ello, se determina si es posible usar la misma pieza o se necesitará una nueva. En caso de necesitar una nueva prótesis, el especialista colocará una corona temporal hasta que esté lista la pieza.
Las coronas dentales se colocan sobre un diente procesado (tamaño disminuido) o un implante (principalmente de titanio). Al caerse, ya sea el diente o el implante quedan al descubierto, esto provoca que las funciones masticatorias sean anormales. También sensibiliza la encía hacia el calor o el frío, al igual que la hace propensa a desarrollar infecciones fácilmente.
Durante el verano, actividades al aire libre como nadar, jugar al fútbol en la playa, o simplemente disfrutar de una barbacoa pueden aumentar el riesgo de accidentes dentales. Aquí vamos a detallar las situaciones más comunes y cómo prevenir o tratarlas.. Especialmente estamos hablando de las nombradas urgencias por:
Dientes agrietados
Dientes caídos
Dolor de muelas o dientes
Fractura de mandíbula
Alambre de brackets roto
Coronas de prótesis caídas
Siempre es conveniente que, en caso de estar de vacaciones, tomemos nota previamente tanto de una clínica médica generalista o dental de Urgencias 24 horas. En caso de no encontrarla, lo ideal es que llame a su dentista de confianza por si pudiera hacerle una recomendación. En caso de no sea posible tener información útil, busque en su Buscador online habitual: «Clínica Dental de Urgencia cerca de mí», de esta manera recibirá resultados geolozalizados, entre los cuales podrá, tanto verificar las direcciones y cercanía, como comprobar las opiniones vertidas sobre su buen hacer.
Si es paciente nuestro y está desplazado por vacaciones, o está Ud. de disfrutando de ellas en Valencia desde otra provincia, no dude en contactarnos.
Recuerda, el verano es para disfrutarlo, pero debemos estar preparados también para las urgencias dentales en Valencia. No dejes que un problema dental arruine tus vacaciones, en Clínica Dental Artdenta estamos disponibles para ayudarte a resolver cualquier urgencia dental que pueda surgir. Tómate el tiempo para cuidar de tu salud bucodental y sigue disfrutando de tu verano.
En Clínica Dental Artdenta le ayudaremos a resolver su Urgencia Dental. Venga a visitarnos en la Avenida Primado Reig, 137 o llamándonos al 963 693 329. Estaremos encantados de atenderte.
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]]>La entrada Anestesia Dental. Efectos. Cuanto dura. ¿Duele? se publicó primero en Dentista en Benimaclet, en Valencia cerca de Viveros.
]]>La anestesia dental es un tipo de medicamento farmacológico, aplicado en los pacientes antes de ciertos tipos de procedimientos específicos, que requieren sedar el área para intervenir sin provocar dolor, incomodidad y nerviosismo en el paciente. La anestesia trabaja insensibilizando los nervios de la zona que se va a tratar, de este modo, el paciente no recibirá señales de dolor durante la manipulación de los tejidos.
La anestesia dental también se utiliza en casos especiales, donde esta no es indispensable para realizar el procedimiento; sin embargo, el paciente la solicita antes de la intervención para regular su ansiedad. (Ref: Malamed, Stanley F. Handbook of Local Anesthesia. 6th ed. Elsevier, 2013.)
La anestesia dental es indispensable para algunos tratamientos que producen dolor y mucha incomodidad en el paciente. Un paciente incómodo durante un procedimiento dificulta la intervención y se retira con una sensación de disconformidad y cansancio. Dependiendo de la magnitud de la operación, incluso es posible que este sufra un desmayo. Por estas y más razones, la anestesia local es un recurso valioso en la medicina odontológica.
En la mayoría de los procedimientos dentales, el propio dentista está cualificado para administrar la anestesia, con el objetivo de proteger y regular las funciones vitales del paciente durante el procedimiento. En casos más complejos que requieren anestesia general, un anestesiólogo puede ser llamado para diagnosticar y tratar problemas médicos que pueden surgir durante y después de la cirugía. ( Ref: Becker, D.E., Reed, K.L. «Local Anesthetics: Review of Pharmacological Considerations». Anesth Prog. 2012; 59(2): 90–103).
La anestesia dental, a diferencia de la anestesia que es regularmente utilizada en otras áreas de la medicina, es de localización específica y tiene como objetivo adormecer solamente la boca y sus subregiones que la componen.
La anestesia dental se caracteriza por ser generalmente de carácter local, adormeciendo solo el área de la boca. El anestésico dental local más común es la lidocaína.
Los anestésicos dentales penetran en los tejidos y los adormecen con rapidez, ya que son liposolubles y se absorben eficazmente dentro de las células nerviosas. Una vez que el anestésico dental penetra en los tejidos, interrumpe la transmisión de los impulsos eléctricos que viajan a lo largo de los nervios. Esto se logra alterando el flujo de sodio a través de las membranas celulares, lo que evita que las células nerviosas generen o transmitan impulsos, lo que resulta en la pérdida de sensibilidad en la zona anestesiada
Los anestésicos odontológicos se componen principalmente de principios activos, y en casos particulares pueden incluir también fármacos complementarios que son vasoconstrictores para lograr un efecto más prolongado y evitar la dispersación del anestésico fuera de la zona local de aplicación. ((Ogle, O.E., Mahjoubi, G. «Local Anesthesia: Agents, Techniques, and Complications». Dent Clin North Am. 2012; 56(1): 133-148.)) A continuación se mencionan las funciones más relevantes de los principios activos en la anestesia:
Este es el anestésico local más comúnmente utilizado. Funciona inhibiendo las señales nerviosas en las células nerviosas a través de la obstrucción de los canales de sodio, lo que conduce a una disminución en la percepción del dolor en el área específica donde se ha aplicado.
Es vasoconstrictora, lo que significa que contrae los vasos sanguíneos para prolongar el efecto de la anestesia.
Disminuye y ralentiza la inflamación de los tejidos y contribuye a distribuir uniformemente la anestesia en todos los tejidos locales.
Actúa como diluyente, por lo que contribuye a disminuir la concentración de la anestesia y consecuentemente la toxicidad sistémica de la misma.
Es aquella que se aplica directamente en el área que se desea intervenir, limitando la sedación a un espacio pequeño. Se utiliza con frecuencia en la odontología y se aplica en procedimientos sencillos. La anestesia local suele durar de 1 a 3 horas aproximadamente.
La anestesia troncular adormece zonas locales más amplias, como un lado completo de la cavidad oral. Se utiliza en procedimientos de mayor complejidad, como la extracción de cordales. La anestesia local suele durar de 1 a 3 horas aproximadamente.
Es aquella que induce al paciente en un estado inconsciente y requiere el uso de intubación respiratoria y, por lo general, un quirófano. Esta anestesia es de amplio alcance y seda al paciente a nivel sistémico.
Mientras que la anestesia general puede ser necesaria para ciertos procedimientos odontológicos más complejos, también representa más riesgos y potenciales complicaciones que la anestesia local. Estos pueden incluir reacciones alérgicas, problemas respiratorios, y cambios en la presión arterial, por nombrar sólo algunos. Por esta razón, los profesionales de la salud deben evaluar cuidadosamente la necesidad de anestesia general en el contexto de cada procedimiento y paciente individual.
Algunos ejemplos de procedimientos que requieren esta anestesia son reconstrucción maxilofacial, las cirugías ortognáticas, la colocación de implantes en la mandíbula, y generalmente cualquier tratamiento que implique la modificación directa del hueso maxilar.
(Ref: Hersh, E.V., Moore, P.A. «Adverse drug interactions in dental practice: Interactions associated with vasoconstrictors. Part V of a series». J Am Dent Assoc. 1999;130(5):701-709.)
Esta disponible en forma de ungüento, spray o gel. Se puede considerar una sedación local infiltrativa, que llega a nivel de las mucosas superficiales, las encías y las paredes de la boca.
Es utilizada para realizar intervenciones muy sencillas y breves, como tratamiento de herpes, úlceras, quemaduras pequeñas o laceraciones. Generalmente, la función común de la anestesia tópica es ser un sedante leve que precede a la anestesia por inyección, para que el paciente no sienta dolor durante la inserción de la aguja de la inyección.
Es aquella suministrada al paciente a través de una inoculación a nivel intramuscular. Se emplea en casos de sedación troncular y la zona adormecida depende del área donde se coloque la inyección.
Se le conoce como sedación consciente al procedimiento anestésico donde se le suministra al paciente gases, como el óxido nitroso, para inducirlo en un estado de relajación, donde este se encuentra aún consciente de su alrededor y en la capacidad de seguir indicaciones, pero con el cuerpo relajado y su estado mental tranquilizado. Se emplea principalmente en pacientes con fobia dental, ya que es un tipo de anestesia orientada a calmar los nervios más que a disminuir algún dolor.
La anestesia dental adecuada debe seleccionarse bajo criterios rigurosos, que tienen en cuenta el grado de complejidad de la intervención, el estado de salud cardiovascular del paciente y sus patologías y alergias actuales.
La anestesia local debe ser seleccionada en intervenciones de bajo y medio riesgo, que no implican la modificación de los tejidos y que no tienen una duración prolongada. Hay que tener en cuenta que la mayoría de procedimientos dentales son de este tipo, y lo que suele variar es el tamaño del área a tratar. La extracción de cordales es una de las intervenciones más comunes y de complejidad media en el área de la odontología y utilizan como primera opción la anestesia local para sedar al paciente.
Por el contrario, la anestesia general es de uso infrecuente, y se aplica en casos donde se manipulan y modifican variedad de tejidos orales, como en la cirugía maxilofacial, donde se reubican huesos en la colocación de implantes, donde se perfora el hueso maxilar.
Estos pacientes tienden a incomodarse más de lo normal y ser muy sensibles a las ligeras sensaciones o cosquilleos que se experimentan durante la intervención, después de haber recibido la anestesia. En los casos de fobia dental más severos, es necesario aplicar anestesia general al paciente, incluso cuando no es necesaria, para que este se encuentre inconsciente durante la intervención.
Existen pacientes poco frecuentes que pueden contar con discapacidades cognitivas, necesidades especiales o trastornos neurológicos que manifiesten ataques epilépticos o temblores, como la enfermedad de Parkinson. Para tratar exitosamente a estos pacientes, puede ser necesaria la aplicación de anestesia general.
Estos pacientes no suelen tener problemas con la anestesia local, sin embargo, antes de cualquier procedimiento, deben recibir especial cuidado, donde se revise previamente su historia clínica y su medicalización actual, de modo que puedan descartarse choques entre la anestesia y los fármacos.
Por otro lado, estos pacientes experimentan mayores riesgos con la anestesia general, ya que pueden sufrir efectos sistémicos, como la hipotensión, arritmias cardiacas e incluso infarto al miocardio, entre otros efectos. Debido a esto, la anestesia general debe evitarse en ellos, y en caso de no ser posible, debe existir una planificación meticulosa entre el médico, el paciente y el odontólogo y el médico debe consensuar la aplicación de la anestesia general.
Utiliza anestesia local. Las extracciones dentales implican la manipulación del alveolo dental y los tejidos gingivales adyacentes utilizando pinzas, ganchos y fuerza de extracción. Nuestra cavidad oral tiene inervaciones importantes, en especial los dientes en su raíz, lo que provoca un dolor agudo y desagradable. La anestesia se aplica para evitar estas molestias en el paciente.
Utiliza anestesia local. Durante las endodoncias, se perfora la corona del diente para acceder a su región interna, la pulpa dentaria, para extraerla, debido a una infección, daño o necrosis. Este procedimiento se involucra directamente con la parte del diente más irrigada e inervada, por lo que produce un nivel de dolor alto.
Utiliza anestesia local. Los implantes dentales son tornillos de metal (por lo regular de titanio) que se insertan en el hueso maxilar, para posteriormente colocarles arriba una corona dental falsa, que simule ser el diente real en funciones estéticas y prácticas.
Utiliza anestesia general. Esta cirugía manipula y modifica los huesos maxilofaciales y requiere la inserción de tornillos y placas metálicas para fijar las modificaciones mientras estas cicatrizan. Esta cirugía puede durar varias horas, y se realiza en un hospital por un cirujano maxilofacial. Al ser un procedimiento tan extenso e invasivo, es necesario anestesiar completamente al paciente, para que este no experimente fatiga o ansiedad por la duración o las sensaciones de la cirugía.
Se le notifica al paciente que debe ser anestesiado y se obtiene su consentimiento previo antes de continuar con el procedimiento.
Se selecciona el anestésico que se va a emplear y la dosis necesaria según el paciente, la duración del procedimiento y el tamaño del área.
Primero se desinfecta la zona con un antiséptico, luego se inserta la aguja en el tejido mucoso más cercano a la zona y se dispensa el fármaco lentamente.
Es necesario esperar algunos minutos hasta que la anestesia complete su efecto e insensibilice los nervios de la zona.
Se monitorea la respuesta orgánica del paciente ante el anestésico y se lleva un cronometramiento del tiempo para determinar cuando la anestesia empieza a dejar de hacer efecto.
Se le notifica al paciente acerca de los riesgos que conlleva la sedación dental y se obtiene su consentimiento previo antes de continuar con el procedimiento.
Se le coloca una máscara de gas al paciente y se le pide que realice inhalaciones profundas y controladas. La máscara estará suministrando una determinada dosis durante el procedimiento hasta su finalización.
Se monitorea la respiración del paciente y su respuesta orgánica ante el sedante. La dosis puede ser ajustada de acuerdo a las observaciones.
La administración de anestesia general necesita revisar el historial médico del paciente, realizar exámenes de laboratorio y en algunos casos evaluaciones cardiacas. Esta preparación previa es clave para elegir el tipo de anestesia que será suministrada.
Se notifica al paciente de los riesgos que conlleva la anestesia general, cuáles son sus efectos secundarios, se responden sus inquietudes y se obtiene su consentimiento previo para continuar con el procedimiento.
La anestesia general usualmente se inicia con un medicamento inyectado en una vía intravenosa. Una vez que el paciente está dormido, se suele insertar un tubo en la tráquea (intubación) para asegurar la vía aérea y facilitar la respiración. Durante todo el procedimiento, el anestesiólogo o la enfermera anestesista monitorean constantemente el estado del paciente.
La dosis de anestesia puede recibir cambios durante la intervención dependiendo de la respuesta orgánica del paciente ante la anestesia. El objetivo principal es mantener al paciente inconsciente y en un rango de dosis que sea seguro. Este trabajo le corresponde al anestesiólogo, el cual está presente durante toda la operación.
Se evalúan tres aspectos fundamentales del paciente mientras esta anestesiado: su estado cardiovascular, respiratorio y neurológico. Estos tres sistemas son los que dan una respuesta directa a la anestesia.
Los parámetros monitoreados son: los signos vitales, como un reflejo general de la respuesta cardiovascular. La frecuencia cardiaca, para evaluar la respuesta del corazón al estrés producido por la cirugía y el suministro de anestesia. La presión arterial, que puede disminuir o aumentar. La saturación de oxígeno, que puede disminuir e indicar problemas en la respiración del paciente. Y por último, la actividad cerebral, que indica el grado de inconsciencia del paciente gracias a la anestesia.
Debido a la anestesia se pierde consciencia de la cantidad de fuerza que se esta ejerciendo, por lo que es posible lastimarse mientras se mastica o muerde con esta zona que fue recién intervenida y se encuentra vulnerable. Lo más recomendado es comer después de la anestesia, aproximadamente 3 horas luego de la intervención. Esto incluye consumir bebidas y alimentos calientes.
Debido a la anestesia, la coordinación motora es torpe, por lo que se vuelve posible morder accidentalmente la lengua, lesión que será incómoda y dolorosa una vez que la sedación desaparezca.
Es necesario descansar hasta que pase el efecto de la anestesia, y en algunos casos es necesario ser supervisado también. El paciente podrá reincorporar la actividad física en su rutina una vez que el efecto de la anestesia desaparezca.
El alcohol puede afectar negativamente el organismo al tener un choque con la anestesia que se encuentra en sangre. Evite la ingesta de alcohol después de la anestesia local, por al menos 72 horas.
La sedación consciente no requiere una recuperación extensa antes de empezar a recuperar la sensibilidad, ya que el efecto pasa después de aproximadamente 60 minutos.
Sin embargo, es necesario que el paciente esté completamente recuperado de la anestesia antes de que retome sus actividades normales, de modo que es necesario que acuda acompañado de un familiar o amigo cercano a la clínica dental, para que retorne su hogar en compañía responsable y consciente de su estado.
Aun después de los 60 minutos, el paciente no puede conducir o manejar hasta pasado 24 horas.
El alcohol puede afectar negativamente el organismo al tener un choque con la anestesia en sangre. Evite la ingesta de alcohol después de una sedación consciente, por al menos 48 horas.
La anestesia general se usa en intervenciones quirúrgicas dentales que regularmente se realizan en el hospital y requieren que el paciente se recupere por completo de la anestesia para darle de alta.
Se debe hacer una minuciosa historia clínica y un examen físico en donde se incluye una exploración oral completa y examen radiológico si fuese necesario.
Se tienen que considerar discapacidades físicas y mentales, también la edad del paciente. Se tiene que tener en cuenta el riesgo anestésico y prever posibles dificultades y complicaciones, esto se hace mediante pruebas de laboratorio como hemogramas completos, pruebas de coagulación, glicemia, urea, creatinina y enzimas hepáticas.
Es necesario descansar el tiempo indicado por el médico luego de salir de la operación, ya que, debido a la falta de coordinación motora e inervación sensitiva, los accidentes son más frecuentes.
La anestesia general puede tener variedad de efectos secundarios, y posee cuidados posteriores específicos que cambian en cada paciente. Mantener el contacto con su médico incluso después de salir del hospital es crucial para una recuperación exitosa.
Es muy importante notificar siempre a los profesionales acerca de cualquier situación médica que el paciente pudiese experimentar durante su recuperación postoperatoria una vez que ha abandonado el hospital, ya que deben prevenirse y controlarse adecuadamente los efectos secundarios más complejos que puedan surgir por la anestesia general.
Ref: Becker, D.E., Reed, K.L. «Essentials of local anesthetic pharmacology». Anesth Prog. 2006;53(3):98-108.
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]]>Antes de adentrarnos en la descripción de cada tipo de diente, es importante entender la estructura básica de un diente. Aunque cada tipo de diente tiene una forma y función específica, todos comparten una estructura interna similar. Esta consta de: esmalte (la capa exterior dura y blanca del diente), dentina (una capa porosa y sensible debajo del esmalte), pulpa (el tejido blando en el centro del diente donde se encuentran los nervios y los vasos sanguíneos) y cemento (una capa que cubre la raíz del diente y ayuda a fijarlo al hueso). Alrededor de los dientes se encuentra el periodonto, que incluye las encías y los tejidos que mantienen los dientes en su lugar.
Son dientes planos y delgados, pero con bordes inferiores afilados. La superficie de estos dientes carece de irregularidades y es lisa.
Son los dientes más anteriores y, por lo tanto, se encuentran en la parte frontal de la boca. La boca tiene ocho incisivos en total, y según su ubicación, se clasifican en incisivos laterales superiores e inferiores e incisivos centrales superiores e inferiores.
Los centrales están ubicados en la línea media del cuerpo.
Los laterales están ubicados al lado de los centrales, laterales, a la línea media del cuerpo.
Sus bordes inferiores son afilados y diseñados para cortar alimentos en trozos más pequeños, que serán más fáciles de digerir y manipular por los otros dientes.
Los dientes incisivos permiten la máxima intercuspidación, que se traduce en una oclusión correcta de los dientes.
Cuando los dientes incisivos faltan, por cualquier razón, la completa oclusión de los dientes no es posible y se pierde fuerza masticatoria, función estética y articulación de ciertas palabras.
A diferencia de los incisivos, los caninos tienen forma cónica y una punta afilada y prominente, que los dota de bordes laterales filosos. Los caninos son dientes más largos y robustos, y cuentan con una raíz profunda que los apoya en la función especifica que desempeñan.
Se ubican al lado de los incisivos laterales y existen cuatro caninos en la boca, correspondientes con los cuatro incisivos laterales existentes.
Cuentan con una cúspide puntiaguda en su corona, que les permite rasgar los alimentos, en especial aquellos densos y resistentes como la carne. Esta cúspide se clava en las fibras de la carne y con la fuerza de oclusión, penetra en estas fibras sin romperse u astillarse. Asimismo, repite esta acción infinidad de veces durante la ingesta sin sufrir daño alguno, gracias a la resistente raíz que lo mantiene anclado al hueso maxilar o mandibular.
Los caninos ayudan a mantener la forma común de los labios, con un ligero pronunciamiento, que impide que se hundan, dejando a los labios sin función estética.
Los premolares, a diferencia de los caninos, tienen múltiples cúspides o puntas. Su forma puede variar, pero la más típica es aquella donde la superficie es amplia y plana, con las determinadas cúspides emergentes. Los primeros premolares, o los más mediales, suelen ser los que menos cúspides presentan. Estos dientes cuentan con más de una raíz y por lo general cada diente tiene dos raíces.
Existen ocho premolares en la boca, cuatro en cada arcada y dos por cada extremo de la arcada. Los premolares se ubican entre los caninos y los molares, y se categorizan según su proximidad a la línea media del cuerpo. Los más cercanos son los primeros premolares, los más lejanos, son los segundos premolares.
La superficie de este diente en conjunto con las cúspides funcionan como un mortero: encierran a los alimentos y los aplastan, hasta triturarlos y molerlos apropiadamente en pedazos pequeños y planos.
Los premolares muelen los alimentos y los trituran ligeramente, para que, a continuación, los molares que son los dientes adyacentes puedan ejercer su función eficazmente para completar la preparación del bolo alimenticio.
Los dientes molares son los más amplios y robustos de toda la arcada de dientes. Estos dientes presentan varias cúspides, por lo general más de cuatro puntas en cada diente. Así mismo, cuentan con más de dos raíces y por lo general cada diente tiene hasta tres raíces, como resultado, son los dientes más estables y resistentes de toda la arcada.
Se ubican en la zona más posterior y lateral de la arcada, detrás de los dientes premolares. Existen doce molares en la boca de una persona adulta, tres por cada cuadrante. Según su periodo de erupcionamiento, se les clasifica en primeros, segundos y terceros molares, siendo estos últimos los correspondientes a las muelas del juicio, que aparecen en la adultez temprana.
Después de que los premolares pasen la comida a los molares, estos realizan el trabajo final, aplastando los pedazos por completo. La característica que diferencia a ambos dientes, es que los premolares trituran y muelen a medias, ya que son dientes de transición que preparan previamente el alimento antes de que este llegue a los molares, donde será finalmente aplanado y desintegrado para deglutir.
Los molares son los primeros y también los principales puntos de contacto entre las arcadas durante la oclusión. El encaje que existe entre molares superiores e inferiores determina, también, el correcto encaje entre el resto de los dientes. Si los molares no encajan y alguna arcada está más retraída que la otra, los demás dientes en su totalidad no cuadran correctamente entre sí. .
Las fuerzas masticatorias de la mandíbula se ven neutralizadas en mayor medida por los dientes molares, que reciben toda la carga y evitan que esta llegue a los dientes anteriores, los cuales son menos resistentes. La masticación en ausencia de los dientes molares puede ser dolorosa o dificultosa y provoca desgaste prematuro en el resto de dientes.
Todos los dientes, a excepción de los terceros molares, siguen el mismo patrón general de desarrollo: formación del germen dental, calcificación, erupción y maduración de raíces. Los dientes terceros molares se diferencian por el tiempo que tardan en erupcionar, un desarrollo tardío, menos espacio para emerger y cuando lo hacen puede ser en una dirección inadecuada.
Inicialmente, los dientes antes de erupcionar se forman dentro del hueso mandibular o maxilar. La mayor parte de esta formación ocurre antes del nacimiento, donde se desarrolla el esmalte, la dentina y la pulpa dental. En la etapa postnatal, el diente continúa desarrollándose, pero en menor medida y el crecimiento se concentra en la raíz dental, la cual necesita expandirse para erupcionar el diente.
Da lugar a la formación de la corona del diente, una de las últimas estructuras del diente en desarrollarse. Durante la calcificación de la corona, se desarrollan primero las partes más gruesas del esmalte, en los dientes posteriores estas son las cúspides y en los anteriores son los bordes incisales, a partir de esas áreas, se calcifican luego las áreas más finas. La calcificación culmina cuando el esmalte dental está completamente formado.
Los dientes emergen desde el hueso hacia la superficie gracias al movimiento que produce el crecimiento de las raíces. Durante su erupcionamiento, el hueso mandibular o maxilar que rodea al diente se absorbe para permitir la salida del diente, el cual, a su vez, se abre paso rompiendo la encía.
Las raíces continúan creciendo luego del nacimiento, y es debido a este crecimiento que erupciona el diente. Sin embargo, después de erupcionar, la raíz aún sigue creciendo inclusive por algunos años, hasta que alcance su completa maduración, donde su longitud está en el punto máximo y el ligamento periodontal se encuentra insertado.
Aunque biológicamente el cuerpo posee una secuencia general para el erupcionamiento, esta puede verse alterada por factores genéticos específicos, que cambian el cronograma y patrón de erupción de los dientes. Asimismo, también influyen en el tamaño y forma de los dientes. Este patrón genético se hereda de los padres.
Se trata de la secuencia general del erupcionamiento de los dientes, dada por la edad biológica de la persona. Por ejemplo, la secuencia general establece que primero deben erupcionar los dientes temporales, y posterior a estos los dientes permanentes. Gracias a los factores biológicos, el cuerpo sigue una coordinada secuencia para el desarrollo pre y postnatal de un diente. Los factores genéticos pueden alterar a los factores biológicos.
El calcio y vitamina D, durante la infancia y la preadolescencia, son vitales para el desarrollo postnatal de los dientes y el crecimiento completo de las raíces. Si estos nutrientes son deficientes en la dieta diaria y adicionalmente esta dieta no es variada y rica en otros nutrientes y minerales, es más probable un desarrollo óseo incompleto o dientes parcialmente desmineralizados.
Los malos hábitos orales, las lesiones y las enfermedades sistémicas e infecciones crónicas pueden afectar negativamente la erupción de los dientes, dando lugar a dientes que erupcionan fuera de tiempo y en posiciones inadecuadas.
El cronograma de erupcionamiento puede ser correcto y los dientes pueden haberse desarrollado adecuadamente, sin embargo, si intervienen factores locales negativos como: una arcada dental con espacio insuficiente, hueso mandibular o maxilar con crecimiento incompleto o perdida prematura de dientes temporales, el erupcionamiento de los dientes permanentes puede verse entorpecido y complicado.
Son los primeros dientes en erupcionar, debido a que la masticación necesita llevarse a cabo con una base sólida para lograr ingerir alimentos fibrosos, necesarios para el crecimiento rápido que caracteriza a la infancia.
Son los primeros dientes permanentes en reemplazar a dientes de leche.
Para que la mordida sea equilibrada y funcional, erupcionan meses después que sus homólogos inferiores.
La erupción de estos dientes sucede en sincronía con el crecimiento mandibular, para garantizar que exista espacio suficiente en la arcada dental para su emersión.
Su erupcionamiento culmina la emersión de la línea anterior de dientes superiores.
Erupcionan cuando el crecimiento mandibular garantiza un espacio propicio, asimismo, su erupcionamiento coincide con la edad biológica que demanda de una mordida más robusta y potente.
Reemplazan a los premolares temporales y dotan a la mandibular de una mejor capacidad de masticación, que permite variar la dieta en comidas más densas y crocantes.
Reemplazan a los premolares temporales, complementando la capacidad masticatoria en conjunto con los primeros premolares.
Aunque son más anteriores, los caninos erupcionan más tarde que los primeros y segundos premolares.
Cuando estos dientes erupcionan, completan las arcadas de dientes permanentes, llevando la capacidad de masticación de la dentadura al máximo.
Dependiendo de la carga genética presente en la persona y del espacio disponible en la arcada, estos dientes a veces erupcionan y a veces no.
La anatomía específica de cada tipo de diente tiene un impacto directo en las decisiones de tratamiento y cuidado dental. Por ejemplo, las caries de los molares y premolares a menudo requieren empastes más grandes debido a su mayor superficie de masticación. Los dientes frontales (incisivos y caninos), por otro lado, son más visibles y a menudo necesitan tratamientos estéticos como carillas o coronas si están dañados. Por lo tanto, es esencial entender la estructura y función de cada tipo de diente para proporcionar el mejor cuidado dental posible.
La limpieza de los incisivos es con el objetivo de mantener su superficie y bordes libres de placa, ya que la acumulación de esta, disminuye el filo que caracteriza a los bordes inferiores de estos dientes.
Al ser los dientes más visibles de la dentadura, la limpieza está orientada principalmente hacia mantener su estética. La acumulación de placa, aunque sea poca, es más notoria en los dientes incisivos que en otros dientes.
Al igual que los incisivos, la limpieza en estos dientes es fundamental para conservar intacta su función masticatoria. Los dientes caninos, en especial, son vitales durante la ingesta de comida.
Los caninos son necesarios en la dentadura para mantener está alineada con su apariencia característica. Si un canino se extrae por efectos de una enfermedad periodontal, no solo se afecta gravemente la masticación, sino la apariencia natural de la línea anterior de dientes.
Los premolares y molares son los dientes que mayor efecto e importancia tienen para la función masticatoria, por lo que son necesarios para poder permitirnos la ingesta de alimentos que, en adultez, son regulares y necesarios en nuestra dieta. Si la superficie de contacto de estos dientes se daña, su uso puede llegar a resultar doloroso o inútil. En estos casos es necesario, en la mayoría de tratamientos, alterar la estructura anatómica del diente para curarlo.
Los tratamientos dentales siguen un procedimiento general, que se adapta al tipo de diente que se esté tratando, ya que aunque existe una sucesión de pasos, los dientes poseen características propias que se deben tener en cuenta para el éxito del tratamiento.
Los empastes en incisivos suelen realizarse por dos causas más comunes: las caries y pequeños daños en los bordes inferiores. Se utiliza resina compuesta y se elige aquel color que sea más similar al color natural de los dientes.
Las coronas son poco usuales en los incisivos, pero cuando se utilizan, se prefieren de porcelana o cerámica, gracias a su apariencia natural.
Los empastes en caninos suelen realizarse por dos causas más comunes: las caries y pequeños daños por desgaste.
Las coronas en los caninos pueden utilizarse como un método de fortalecer el diente luego de un tratamiento de endodoncia. Por lo general, solo se aplican cuando existen daños profundos o fracturas del diente.
La aplicación de empastes en los premolares es común, ya que suelen desarrollarse caries en su superficie de masticación. La selección de material está más orientada hacia mantener la funcionalidad que la estética.
Las coronas en los premolares pueden utilizarse como un método de fortalecer el diente luego de un tratamiento de endodoncia.
Al igual que en los premolares, la aplicación de empastes en los dientes molares es común, debido al desarrollo de caries en la superficie de masticación.
Las coronas se colocan cuando existe daño profundo o fractura, sin embargo, para estos dientes se consideran ampliamente las coronas con aleación de metal, como metal-porcelana, ya que se requiere restaurar al diente con un material que iguale la resistencia del mismo.
Las extracciones de incisivos no son comunes y se guardan como el último recurso en un caso grave donde el diente está completamente irrecuperable.
La endodoncia también es poco común en los incisivos.
Las extracciones de los caninos no son comunes y se guardan como último recurso en un caso grave donde el diente está completamente irrecuperable, ya que estos dientes son fundamentales para la función masticatoria, la estructura facial y la armonía estética del rostro. Se extrae en casos de periodontitis avanzada o fracturas graves, sin embargo, también es posible extraerlos en casos de apiñamiento severo.
Las endodoncias se realizan con normalidad en los dientes caninos.
Se extraen con normalidad por motivos generales como fracturas o infección. Sin embargo, también es posible extraerlos debido a espacio insuficiente durante el tratamiento ortodóntico.
Las endodoncias se realizan con normalidad en los dientes premolares.
Se extraen con normalidad por motivos generales como fracturas o infección. Los dientes terceros molares o muelas del juicio, se extraen en la mayoría de los casos, ya que al erupcionar se posicionan incorrectamente por la falta de espacio.
Las endodoncias se realizan con normalidad en los dientes molares.
El tratamiento ortodóntico que incluye a los incisivos es común, porque son los dientes que conforman la línea anterior y más visible de la dentadura, por lo que se vuelve necesario solucionar apiñamientos que involucren a estos dientes y su estética.
Los caninos son dientes que comúnmente se hallan mal posicionados, impactados y desalineados. Su correcto posicionamiento es fundamental para armonizar la apariencia de la sonrisa en una persona.
La ortodoncia se aplica en los premolares con frecuencia, más por motivos funcionales que por motivos estéticos.
No suelen ser el foco del tratamiento ortodóntico, y el mismo con frecuencia solo se instala hasta los primeros molares, excluyendo a los segundos molares. Sin embargo, es posible participarlos del tratamiento con el objetivo de mejorar su alineación para garantizar una buena distribución de las fuerzas oclusales en la dentadura.
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